Polémica nominación

Emiratos nombra al líder de la empresa petrolera estatal como presidente de la COP

Además de dirigir la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi y ser ministro de Industria y Tecnología, Sultán Al Jaber presidirá la cumbre por el clima que se celebrará en el país árabe del 4 al 6 de noviembre

El Sultán Al Jaber en una imagen de achivo.

El Sultán Al Jaber en una imagen de achivo. / EUROPA PRESS

Andrea López-Tomàs

Nombramiento polémico en los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Las autoridades emiratís han designado al líder del gigante estatal petrolero como presidente de la cumbre climática de la COP-28 que este año se celebrará en este país del Golfo Pérsico. La nominación de Sultán Al Jaber, al frente de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi, ha alimentado las preocupaciones entre los activistas y las organizaciones por el clima de que la gran industria esté secuestrando la respuesta global a la crisis ambiental. 

“Traeremos un enfoque pragmático, realista y orientado a soluciones que brinde un progreso transformador para el clima y para el crecimiento económico bajo en carbono”, ha anunciado el también ministro de Industria y Tecnología emiratí en un comunicado. Así, Jaber se convierte, de acuerdo a la declaración oficial, en el primer CEO en ejercer como presidente de la COP. Dirige una de las compañías petroleras más grandes del mundo por producción. El emiratí también es conocido por fundar y presidir la empresa Masdar de energía limpia y se le ha vinculado con algunas iniciativas relacionadas con las energías renovables en los emiratos.

Aún así, Emiratos es el tercer mayor productor de petróleo en el cartel de la OPEP de 13 países. Jaber ha expresado su intención de aumentar su producción de crudo de tres millones de barriles diarios a cinco millones para el 2030. “El futuro requerirá más petróleo y más recursos de hidrocarburos”, le contó al Financial Times a principios del 2021. “Ser el productor de menor costo siempre nos dará [a los EAU] una ventaja competitiva”, añadió. Por eso, su nombramiento es extremadamente problemático y es una constatación de la presencia de representantes del sector de los combustibles fósiles en las cumbres del clima.

Greenpeace ha afirmado estar “profundamente alarmada”. “Esto sienta un precedente peligroso, poniendo en riesgo la credibilidad de los Emiratos Árabes Unidos y la confianza que se ha depositado en ellos”, ha declarado en referencia a la celebración de la COP-28 del 4 al 6 de noviembre. El jefe de Estrategia Política de la Red Internacional de Acción Climática ha descrito el nombramiento como un “conflicto de intereses alarmante y sin precedentes”. “No puede haber lugar para los contaminadores en una conferencia sobre el clima, y mucho menos para presidir una COP”, ha dicho a Associated Press.

636 representantes de grupos de presión

Durante la última cumbre climática en Sharm el Sheikh, en Egipto, unos 636 miembros de lobbys de combustibles fósiles estuvieron presentes, según cifras de Global Witness. Esto supuso un aumento del 25% respecto a la anterior reunión. Precisamente la mayor delegación de ejecutivos de petróleo y gas provino de los Emiratos, con 70 delegados, seguida de Rusia con 33. “Los grupos de presión del tabaco no serían bienvenidos en las conferencias de salud, los traficantes de armas no pueden promover su comercio en las convenciones de paz”, apuntó un portavoz de Global Witness entonces. 

“A aquellos que perpetúan la adicción a los combustibles fósiles en el mundo no se les debería permitir cruzar las puertas de una conferencia sobre el clima”, añadió. Emiratos se convertirá así en el segundo país árabe en acoger una cumbre por el clima. La COP-27 fue duramente criticada por haber reducido las ambiciones de reducciones de emisiones para los productores de combustibles fósiles y por los conflictos morales que suponía su celebración en un régimen autoritario y exportador de gas natural como Egipto. Con el nombramiento de Jaber, sus socios emiratís muestran que la preocupación por el clima está muy por detrás de su lista de prioridades, encabezada por su enriquecimiento a base de aumentar la producción.