Guerra en Ucrania

Grupo Wagner: decenas de miles de asesinos y violadores rusos son reclutados para combatir en Ucrania

El grupo envía a luchar a mercenarios sin nada que perder que amenazan con recrudecer las atrocidades contra civiles

El grupo Wagner

El grupo Wagner

Marc Marginedas

Se desconoce la cifra a ciencia cierta. Pero ya se puede confirmar que el grupo Wagner ha enviado a Ucrania a luchar desde finales del verano a decenas de miles de criminales convictos, quienes, sobre el papel, habrían aceptado combatir y exponerse a la muerte a cambio de recibir el perdón presidencial. Más allá de la función concreta que realicen los nuevos reclutas en el campo de batalla, subyacen las consecuencias que tendrá esta nueva realidad sobre el terreno, tanto en el ámbito de los derechos humanos o los crímenes de guerra, como en la política interna en Rusia, con un personaje como Yevgueni Prigozhin, líder de la banda de mercenarios, quien hace ostentación de comportamientos y modales propios del crimen organizado, adquiriendo cada vez mayor prominencia en los pasillos del Kremlin.

Hace unos días, el portavoz del Pentágono, John Kirby, fijó en 40.000 el número de prisioneros rusos, condenados por delitos como violación, robo o incluso asesinato, que habrían llegado a un acuerdo con Wagner para ir a Ucrania a luchar. Se trata de una cifra que cuestionan expertos como Joana Deus Pereira, investigadora senior en RUSI Europe, un instituto de investigación independiente con base en Bruselas, o el polaco Grzegorz Kuczynski, director del Programa Eurasia en el Instituto de Varsovia y autor de un libro sobre el tema titulado 'Los Wagner, los perros de guerra de Putin' (Bellona). "Es una estimación general, fuentes oficiales ucranianas informaron en noviembre de 2022 que alrededor de 23.000 internos habían sido reclutados de las prisiones", subraya Deus Pereira, quien da por hecho que el número se incrementará, dado que "el esfuerzo bélico está siendo muy duro para Rusia". "A juzgar por las informaciones de las oenegés y la prensa independiente, la amplitud del reclutamiento no es tan grande, yo me inclino hacia una cifra dos veces inferior", corrobora Kuczynski.

Los nuevos combatientes, con comportamientos propios del crimen organizado, priorizan ante todo su supervivencia

"Carne de cañón"

El consenso, eso sí, es total en cuanto a las funciones que están ejerciendo sobre el escenario bélico, resumible en la ya conocida y coloquial expresión "carne de cañón" que algunos analistas prefieren evitar. "Serán como los batallones penales del Ejército soviético en la batalla contra la Alemania nazi; la batalla de Bajmut lo demuestra; los antiguos presos son enviados a la primera línea, y solo entonces son seguidos por soldados de las fuerzas regulares mejor entrenados", indica el analista polaco.

Pese a que Moscú insiste en que se trata de un proceso voluntario al que se adhiere quien está dispuesto a asumir los términos del pacto, es más que probable que la realidad de lo que está sucediendo sea muy diferente. "En algunos casos, hay síntomas claros de que ha habido reclutamientos forzados; en (la prisión de) Yaya, en la región de Kémerovo, familiares han asegurado que los presos han sido coaccionados y obligados a firmar contratos con Wagner, algunos de ellos siendo abusados, golpeados y torturados", constata la analista portuguesa. Además, recuerda Kuczynski, de acuerdo con la legislación rusa, el reclutamiento de presos para operaciones militares "es ilegal". Y en su opinión, existen cuestiones legales que deben aclararse, como "el trato" que deben recibir, si "detentan los mismos derechos" que los soldados regulares y, por ejemplo, deben ser considerados "prisioneros de guerra" en caso de ser capturados.

El grupo Wagner y su líder, Yevgueni Prigozhin adquiere cada vez más relevancia en Rusia

Banalización de la violencia

Las consecuencias que tendrá el despliegue de miles de asesinos o ladrones en un ecosistema bélico de cultura de la impunidad y sobrecargado de abusos generalizados contra la población civil cometidos mayormente por las tropas rusas son casi de cajón. "Van a establecer como prioridad su instinto de supervivencia; y ello incrementará la banalización de las atrocidades masivas contra civiles y la comisión de grandes crímenes", afirma la especialista de RUSI Europe. "La participación de criminales incrementa la posibilidad de crímenes contra los civiles. Y toda la responsabilidad va a recaer sobre el Estado ruso", recuerda el experto del Instituto Varsovia.

Por último, uno de los elementos más inquietantes del cada vez más relevante papel del grupo Wagner en la maquinaria bélica de Moscú en Ucrania es la conversión de Prigozhin, su líder, en una figura política con creciente influencia en las decisiones que adopta el Kremlin sobre el curso de la guerra. El líder de Wagner es un personaje capaz de vanagloriarse públicamente de la ejecución, grabada en vídeo y a martillazos, de un supuesto desertor de su milicia de mercenarios, de ordenar el envío de un sucedáneo del arma homicida al Parlamento Europeo, o de dejarse filmar en una morgue repleta de cadáveres de mercenarios y exclamar: "¡a estos ya se les ha acabado el contrato; vuelven a casa!". "Ha emergido de las sombras y representa una clara 'amenaza' al Gobierno de Putin", después de haber explotado adecuadamente "los errores de Rusia en el campo de batalla", enfatiza Deus Pereira. "La huella de Prigozhin se refleja en algunas decisiones, como el nombramiento del general Surovikin como comandante en jefe del frente ucraniano", concluye la experta.

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