Filtraciones en el Vaticano

El papa Benedicto dejó sus ahorros a cinco primos, tres de ellos "no conocidos"

El exsecretario personal de Ratzinger revela que ha destruido las cartas privadas del pontífice emérito, tal como él había pedido

Benedicto XVI el día de su nombramiento.

Benedicto XVI el día de su nombramiento.

Irene Savio

Cinco parientes de Benedicto XVI son los herederos del dinero que el difunto papa emérito tenía ahorrado y mantenía en sus cuentas bancarias. La revelación, que forma parte del goteo incesante de filtraciones que siguen saliendo sobre el alemán desde su muerte en diciembre pasado, la ha hecho la periodista Franca Giansoldati, vaticanista del diario romano 'Il Messaggero'.

Giansoldati, cronista muy bien conectada en ambientes vaticanos vinculados a ese papado, ha citado como fuente al histórico secretario de Benedicto XVI, Georg Gänswein, quien recientemente ha estado de viaje por las localidades de Ratisbona, Markt am Inn y Pentling y que el domingo ofició una misa en recuerdo del fallecido

Precisamente durante estas visitas, Gänswein, que es el ejecutor testamentario de los bienes de Joseph Ratzinger, habría descubierto que el fallecido tenía "parientes no conocidos" en el país germano y que ellos también integrarían la línea hereditaria. Algo que implica que habrá que preguntarles si quieren heredar el dinero que Benedicto XVI ha dejado. 

Herencia envenenada

La razón es que el Papa alemán no dejó instrucciones al respecto. "Inicialmente pensé que sólo quedaban en vida dos primos y en cambio, hay cinco parientes en total", ha revelado Gänswein. "Dado que Benedicto no ha designado un heredero en concreto, ahora aplican tanto la ley del Vaticano como la italiana (…) por lo que tendré que escribir a estos primos y preguntarles si quieren aceptar o no la herencia", ha añadido sin aclarar la cantidad exacta del dinero que tenía el fallecido en sus cuentas corrientes.

Una decisión sabia podría ser no aceptar. El motivo, según ha explicado el vaticanista Gian Luigi Vecchi, es que "correrían el riesgo de verse envueltos en una demanda de indemnización de perjuicios iniciada en Alemania contra Benedicto XVI por la acusación de no haber intervenido en un caso de un cura pederasta cuando era arzobispo de Múnich entre 1977 y 1982".

Sí dejó Benedicto XVI indicaciones para sus célebres colecciones de libros y partituras, una parte de las cuales se quedarán en El Vaticano, mientras que otras irán a algunas de las sedes de la fundación vaticana Joseph Ratzinger, creada en 2010. De igual manera, otros objetos personales están siendo repartidos entre sus ayudantes, secretarias, estudiantes, párrocos y amigos, según ha trascendido. Una casulla bordada y que Benedicto XVI solía usar durante sus celebraciones, por ejemplo, ha sido entregada esta semana a la parroquia de Santa María de la Consolación, en Roma. 

Cartas destruidas

"Los demás artículos personales, desde relojes hasta bolígrafos, desde pinturas hasta muebles litúrgicos, se incluyeron en una lista meticulosamente elaborada por Benedicto XVI antes de morir", ha afirmado Gänswein. 

Más aún, el antiguo secretario de Ratzinger también ha explicado que ha destruido las cartas privadas del fallecido. "Pensaba que era un pecado destruir esos intercambios, algunos importantes. Antes de su muerte le hablé del tema pero él me respondió con firmeza que no había salida. Fue inflexible y por ello así lo he hecho", ha explicado Gänswein. 

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