Elecciones en el país nórdico

Así es Petteri Orpo, el conservador que venció a Sanna Marin en Finlandia

El líder de la derecha moderada, con experiencia de gobierno, supera por un estrecho margen a los ultras y será con toda probabilidad el encargado de formar un nuevo gobierno

Petteri Orpo.

Petteri Orpo. / EFE

Marina Ferrer

El conservador Petteri Orpo, con experiencia de gobierno ya que estuvo al frente de tres ministerios, será con toda probabilidad el encargado de llevar adelante el cambio que reclamaron las urnas en Finlandia. Su partido, Alianza Nacional o 'Kokoomus', rebasó por la mínima a la ultraderecha y por un margen algo menos frágil a la socialdemocracia de la primera ministra Sanna Marin. Orpo devolvió así la derecha moderada a la posición de primera fuerza. Un triunfo que le viene cuatro años después de haber caído derrotado como candidato y de verse degradado a la tercera posición, tras socialdemócratas y radicales.

La ventaja para 'Kokoomus' en las elecciones legislativas finlandesas del domingo sobre los Verdaderos Finlandeses, la ultraderecha que capitaneaba Riika Purra, fue mínima: 20,8% frente a 20,1%, respectivamente. Pero tras esa diferencia escasa estaba el triunfo moral de Orpo, que logró para los suyos un aumento de diez puntos respecto a las elecciones de 2019. Su partido tendrá 48 escaños en el nuevo Parlamento (Eduskunta), dos más que la derecha radical. La socialdemocracia de Marin quedó en un 19,9% y 43 puestos -tras más de los que tenía-.

La práctica finlandesa da a Orpo la primera opción para liderar una alianza de gobierno. Al experimentado político se le veía eufórico en la noche electoral. “Los finlandeses quieren el cambio. Nosotros lo lideraremos”, declaraba ante los medios extranjeros desde un edificio adyacente al Parlamento, lugar donde habitualmente los líderes políticos siguen juntos la noche electoral, antes de desplazarse a la fiesta electoral (o el llanto) organizado por cada partido.

Apoyo a la OTAN

Las preguntas de los periodistas extranjeros iban directamente a lo que, al menos desde el exterior, ha sido el tema dominante -el ingreso en la OTAN, que Finlandia ha logrado en apenas diez meses-. Orpo lo zanjó con un “nosotros siempre apostamos por la incorporación a la Alianza”. Lo importante es la economía, insistía.

El debate en torno a la Alianza Atlántica era recurrente en la política finlandesa desde hacía unas décadas. La derecha tendía al sí; los socialdemócratas no se les sumaron hasta la invasión de Rusia sobre Ucrania disparó los temores de un país con 1.340 kilómetros de frontera compartida con el país agresor.

Recorte público

De 53 años -16 más que Marin y 8 más que Purra-, nacido en Köyliö, una pequeña localidad a unos 200 kilómetros al noroeste de Helsinki, y licenciado en Ciencias Políticas, el paradigma de Orpo es el recorte del gasto público. Desde la pandemia y bajo la coalición de centro-izquierda de Marin el endeudamiento escaló al 75% . Finlandia entró en recesión. Orpo se propone aplicarle austeridad. La misma receta que le costó el hundimiento electoral hace cuatro años. La realidad se impone, afirma.

Orpo había sido ministro de Agricultura durante un año, entre 2014 y 2015, bajo el gobierno liderado por el conservador, Alexander Stubb. Por entonces llevaba ya siete años como diputado. Ocupó el ministerio de Interior tras las legislativas de 2015, en que su partido optó con el radicalismo de derechas como socio. Un año después se convirtió en líder de 'Kokoomus'; luego asumió el ministerio de Finanzas.

En sus sucesivas declaraciones en la noche electoral insistió en su propósito de abrir negociaciones con todos los partidos. Teóricamente debería empezar por los radicales de Purra. Pero en Finlandia se recuerda a Orpo no solo por la consigna de la austeridad, sino también como motor de la expulsión de los Verdaderos Finlandeses del tripartito que encabezó otro centrista, Juha Sipilä. Eso ocurrió en 2017 y por entonces la ultraderecha estaba liderado por el incendiario Jussi Halla-aho. Orpo consideró que su socio había entrado en una dinámica radical insostenible para el tripartito.

Purra, sucesora de Halla-aho, ha limado asperezas en su partido, pese a mantenerse en la línea del euroescepticismo y defender los recortes a la inmigración.

Del paso de Orpo por Finanzas se recuerdan los duros recortes en prestaciones sociales, lo que dificultaría una elección como segundo socio de los socialdemócratas de Marin. La primera ministra saliente no rechaza una eventual coalición con 'Kokoomus'. Pero ha condicionado esta fórmula a que no haya recortes sociales, en educación ni investigación.

Ni Marin ni Purra se habían medido en las urnas en unas elecciones nacionales. También ahí Orpo las superaba en experiencia. Las legislativas del domingo eran su segunda pugna electoral tras la derrota de 2019.

Sea cual sea ahora su elección, precisará de una negociación a múltiples bandas. Ni los 46 escaños de Purra ni los 43 de Marin le bastarán para obtener la mayoría estable que busca. Deberá ganarse otros aliados, lo que en la políticamente fragmentada Finlandia es una especie de bazar, en lo que juegan tanto los centristas como el partido de la minoría sueca.

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