Guerra en Gaza y Líbano

Espías, mentiras y detonadores invisibles: cómo Israel engañó a Hizbulá para hacer explotar sus 'buscas'

Una investigación de Reuters detalla por primera vez cómo el Mossad fabricó un bíper explosivo y lo puso en el bolsillo de su enemigo

Marcha en recuerdo del líder de Hizbulá asesinado por Israel, Hasán Nasralá, este lunes en Teherán.

Marcha en recuerdo del líder de Hizbulá asesinado por Israel, Hasán Nasralá, este lunes en Teherán. / VAHID SALEMI / AP

Carles Planas Bou

Carles Planas Bou

Barcelona

El pasado 17 de septiembre, una ola de explosiones sumió el Líbano en el caos. Decenas, cientos o incluso miles de 'buscas', aparatos electrónicos de mensajería que no necesitan ni tarjeta SIM ni conexión a Internet, detonaron en distintos puntos del país, matando al menos a 11 personas e hiriendo a más de 3.000, la inmensa mayoría de ellas civiles. Este devastador e indiscriminado ataque sin precedentes fue el resultado de una meticulosa operación orquestada durante años en las sombras por los servicios de inteligencia de Israel con el objetivo de descabezar a Hizbulá. Un mes después, una investigación de Reuters detalla nuevos detalles sobre cómo el Mossad logró engañar al grupo paramilitar más poderoso del mundo.

A principios de 2024, Hasán Nasrallah, líder del movimiento sociopolítico chií libanés, advirtió que sus teléfonos móviles estaban comprometidos por las escuchas israelíes. Fue entonces cuando el gran aliado de Irán y Hamás pasó a utilizar buscapersonas para sus comunicaciones, aparatos rudimentarios que a priori le permitían esquivar la vigilancia. Conscientes de esa oportunidad, los espías del Estado judío idearon un meticuloso plan para fabricar 'buscas'-bomba e infiltrarlos en los bolsillos de su enemigo.

Aunque el complot sigue rodeado de incógnitas, las fuentes consultadas por la agencia británica de noticias desvelan cómo los agentes del Mossad lograron diseñar mensáfonos que ocultaban una pequeña pero potente carga de explosivos en las baterías. Se trataba de tetranitrato de pentaeritritol (también conocido como PETN), un componente altamente inflamable. Los espías idearon un sofisticado detonador sin cables ni componentes metálicos que le permitía ser invisible a los escáneres de rayos X que Hizbulá usa para detectar posibles alteraciones de sus aparatos.

Tapadera global

El primer paso del Mossad fue manipular los bíper para convertirlos en una bomba de relojería. El segundo, crucial, fue lograr que llegasen a manos de Hizbulá. Para ello, se elaboró cuidadosamente una compleja tapadera sobre la que Reuters arroja algo de luz. Según sus fuentes, dos personas —presuntamente espías camuflados— convencieron a la renombrada marca taiwanesa Gold Apollo para que accediese a conceder una de sus licencias al modelo malicioso diseñado en Tel Aviv, apodado AR-924. La compañía añadió fotos y una descripción del producto en su web, contribuyendo sin saberlo a legitimar el artefacto explosivo del Mossad. El presidente de la firma, Hsu Ching-kuang, asegura que son víctima del complot.

Una vez dentro del mercado, la inteligencia israelí desplegó una ingeniosa campaña para promocionar su 'busca' trucado sin levantar las sospechas de su enemigo. Así, sus agentes crearon una página web a nombre de una empresa inexistente, tiendas online ilícitas en las que se distribuía su producto y generaron mensajes falsos de usuarios que elogiaban su "gran rendimiento". Esos portales desaparecieron después del ataque israelí contra Hizbulá.

"La creación de historias de fondo, o «leyendas», para agentes encubiertos ha sido durante mucho tiempo una habilidad fundamental de las agencias de espionaje. Lo que hace inusual la trama del busca es que esas habilidades parecen haberse aplicado a productos electrónicos de consumo omnipresentes", reza la investigación de Reuters.

Pero, ¿cómo llegó el modelo israelí a manos de Hizbulá? Según las indagaciones del grupo libanés, agentes del Mossad camuflados de comerciales habrían usado una táctica de venta "agresiva" para seducir a su comprador. Así, ofrecieron su 'busca' a un precio muy barato "y lo siguieron bajando hasta que se vio arrastrado", ha señalado una fuente interna a Reuters. Hizbulá sigue investigando lo ocurrido.

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