Carrera a la Casa Blanca

Nevada: los indecisos buscan que Kamala Harris o Donald Trump solucionen la crisis de la vivienda

Con una clase trabajadora en la industria de los casinos y un tercio de población latina, este estado clave sigue en empate técnico mientras sufre el aumento del coste de vida

Nevada: los indecisos buscan que Kamala o Trump solucionen la crisis de la vivienda

Nevada: los indecisos buscan que Kamala o Trump solucionen la crisis de la vivienda / DAVID BECKER/ EFE

Barcelona

Cuando uno oye mencionar Las Vegas piensa en luces de neón, hoteles de lujo, mesas de cartas y fichas, y grandes cantidades de dinero moviéndose. Pero Nevada, con su gran urbe de los casinos, es también uno de los estados clave en los que las encuestas todavía ven un empate técnico entre Donald Trump y Kamala Harris (el margen de error del sondeo es mayor a la diferencia entre candidatos) para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. Las mismas dinámicas que convirtieron este estado en demócrata con la irrupción de Barack Obama en 2008, pueden ser las que acaben por desequilibrar la balanza hacia los republicanos por primera vez en 16 años. Los demócratas se beneficiaron de la transformación de un estado cada vez menos blanco y rural, y cada vez más diverso y urbano, lo que significa también más progresista

Pero son justamente estos votantes los que ahora se sienten insatisfechos con la gestión de la Administración saliente de Joe Biden por el aumento del coste de vida, principalmente de la vivienda. Y lo peor para los demócratas es que Nevada es representativo de los problemas que están experimentando a nivel nacional y de cómo la campaña republicana los está rentabilizando. En las dos últimas elecciones presidenciales, 15 de los 17 condados de Nevada votaron a los republicanos, pero los otros dos condados que no lo hicieron –Clark, donde se ubica la ciudad de Las Vegas, y Washoe, que incluye Reno, en la frontera con California y conocida por sus pistas de esquí– representan casi el 90% de la población de Nevada, según datos del censo.

Si Nevada es un estado trabajador, con rentas por debajo de la media, y de gran población hispana, no es solo a pesar de los casinos sino por y para los casinos. Los casinos han sido foco de atracción no solo de visitantes, sino también de residentes, que se mudan desde otros estados, o incluso llegan de otros países, en busca de un empleo estable. El 70% de la población del estado se concentra en el área de influencia de Las Vegas, y la industria de los casinos generó más de 90.700 millones de dólares en 2023, un récord histórico que contribuye a un 43% del producto interior bruto de Nevada. Por comparar, en España, que se dice depende excesivamente del turismo, este sector representa el 13% del PIB. 

Latinos y trabajadores

La población latina roza el 30%, casi 10 puntos por encima de la media nacional, y en las urnas, el voto latino ya representa 1 de cada 5 papeletas en Nevada. La elevada presencia hispana se entiende por la proximidad con México (la frontera la tienen las vecinas California y Arizona) y por la oferta laboral: los casinos brindan más de una cuarta parte de los empleos del estado (27%). Estos trabajadores, con y sin estudios universitarios, además, solían ser acogidos por un mercado inmobiliario que ofrecía casas espaciosas a un precio razonable: Las Vegas se yergue en mitad del desierto y las urbanizaciones a las afueras, tranquilas, cuidadas, solían describirse como ideales para formar una familia. Pero eso ya no es así.

El precio de una vivienda media según el portal inmobiliario de referencia en EEUU, Zillow, en junio de 2016, primer mes del que se tienen datos comparables, era de 208.711 dólares. En la actualidad, octubre de 2024, es de 425.199 dólares, un 49% más que hace ocho años. El alquiler no es mejor opción: si hace cinco años se podía alquilar una casa por unos 700 dólares al mes, ahora el precio más bajo es de 1.200 dólares por un estudio. Y la desregulación del mercado inmobiliario permite que los propietarios suban los alquileres hasta 100 euros cada seis meses, relataban residentes del área recientemente al 'New York Times'. Asimismo, la 'renta típica' (la mediana matemática) para una familia de cuatro miembros en Nevada es de 95.950 dólares, según datos oficiales, lo que la sitúa en el estado número 41 de 50, en la cola.

Nuevos problemas

El aumento del coste de vida ha dejado al descubierto una brecha de ingresos, que también es racial. No es que la Administración Trump tuviera mejores políticas de vivienda, pero la salud económica bajo su presidencia es generalmente percibida de forma más positiva, en gran parte gracias a la herencia recibida de su antecesor, Obama. Pero que EEUU tenga tan escasa vivienda social y, en general, un parque de vivienda insuficiente para alojar a su creciente población, es el resultado de la inacción de muchas administraciones, además de la de Biden. 

Ante este estrés económico, los habitantes de Nevada parecen ser de los pocos que siguen indecisos, en un país extremadamente polarizado donde todos han elegido su bando. Pero mientras los candidatos hablan del peligro que corre la democracia o de la pérdida o preservación de libertades, Nevada se dirime entre votar a un expresidente (Donald Trump) o a la vicepresidenta del actual presidente (Kamala Harris) cuando ninguna de las dos últimas administraciones parece haber mejorado el día a día de este estado que ahora atrae todas las miradas del país.

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