Nueva era en la Casa Blanca

Harvard demanda al gobierno de Trump y lidera una revuelta de universidades en EEUU

Cerca de 200 rectores y líderes académicos firman un comunicado "contra la extralimitación sin precedentes del gobierno y la interferencia política que amenaza la educación superior estadounidense”

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. / EP

Idoya Noain

Idoya Noain

Nueva York

El ataque de Donald Trump a los centros de educación superior de Estados Unidos ha topado con un rival fenomenal en Harvard. La más antigua y rica universidad del país este lunes dio el paso de presentar una demanda contra el gobierno del republicano ante los tribunales. El prestigioso centro de Massachusetts ha contribuido además a poner en marcha una revuelta que se extiende por las rectorías de casi 200 campus y sociedades académicas de EEUU, cuyos líderes este martes han firmado una declaración pública “contra la extralimitación sin precedentes del gobierno y la interferencia política que amenaza la educación superior estadounidense”.

Harvard presentó la demanda el lunes ante un tribunal federal de Massachusetts una semana después de que el gobierno de Trump pusiera en pausa más de 2.200 millones de dólares en financiación federal para la universidad. A esa medida, que castiga especialmente la investigación en áreas de medicina, ciencia y tecnología, la Administración sumó luego amenazas de congelar 1.100 millones más y retirar la exención fiscal. También puso en la diana a los estudiantes internacionales.

Trump y su gobierno aseguran que tratan de combatir el antisemitismo que denuncian que se disparó en los campus de EEUU especialmente con las protestas estudiantiles por la última guerra en Gaza. No obstante, su embestida contra las universidades, que también ha afectado ya a otros campus como Columbia, Princeton y Northwestern, culmina una cruzada conservadora que desde tiempo atrás ha combatido programas de diversidad racial e igualdad de género o la denuncia de que han estado dominadas por un sesgo progresista.

“Como judío y estadounidense sé muy bien que hay preocupaciones válidas sobre creciente antisemitismo”, explicaba en una carta abierta a la comunidad universitaria anunciando la demanda el rector de Harvard, Alan Garber, que en esa misiva denuncia que las metas del gobierno son otras: “controlar a quienes contratamos y qué enseñamos”. Y Harvard ha denunciado además que lo que está realizando el gobierno son “demandas inconstitucionales” que atentan contra la libertad académica y de expresión. Entre las medidas que cuestionan, por ejemplo, está la idea de la Administración de imponer un supervisor externo para asegurar que en las facultades hay “diversidad de puntos de vista”.

“El intercambio que se presenta a Harvard y otras universidades es claro: permite al gobierno que microgestione tu institución académica o pon en peligro la capacidad de la institución de buscar avances médicos, descubrimientos científicos y soluciones innovadoras”, se lee en la demanda.

"Más allá de la autoridad del gobierno"

Harvard nombra en el caso a miembros del gabinete de Trump como el secretario de Sanidad, Robert F. Kennedy Jr; la de educación, Linda McMahon o la fiscal general, Pam Bondi, así como a varios departamentos, incluyendo la Administración de Servicios Generales, Defensa o la NASA. Y urge al tribunal a actuar de forma expedita para acabar con una congelación de fondos que se denuncia como “ilegal y más allá de la autoridad del gobierno”.

“El gobierno no ha identificado, y no puede identificar, ninguna conexión racional entre preocupaciones sobre antisemitismo y la investigación médica, científica, tecnológica y de otro tipo que ha congelado y que busca salvar vidas estadounidenses, alimentar el éxito estadounidense, preservar la seguridad estadounidense y mantener la posición de EEUU como un líder global en innovación”, dice también el documento legal.

La respuesta de la Casa Blanca

En la rueda de prensa en la Casa Blanca este martes, Karoline Leavitt, la secretaria de prensa de Trump, ha culpado a Harvard de la congelación de fondos. "Harvard se ha puesto en esta posición por no obedecer la ley federal", ha dicho en una referencia al supuesto antisemitismo. "El presidente Trum no a tolerar violaciones de la ley federal".

Antes otro portavoz de la Casa Blanca, Harrison Fields, había respondido a la acción de la Universidad en los tribunales con un comunicado. “Se acabó el chollo de la ayuda federal a instituciones como Harvard, que enriquecen sus escandalosamente sobrepagados burócratas con dólares de impuestos de familias estadounidenses en dificultades económicas", se lee. "Los fondos de los contribuyentes son un privilegio y Harvard no cumple las condiciones básicas requeridas para acceder a ese privilegio”.

Acercamientos, negociaciones y decisión

Según una información publicada este martes por 'The New York Times' contando cómo se ha llegado a este momento, desde que Trump llegó a su segunda presidencia y empezó a presionar las universidades en Harvard tanto miembros de la junta directiva como grandes donantes habían buscado una forma de negociar y adaptarse a reclamaciones del republicano. Garber, el rector, que es nombrado por esa junta y uno de sus 13 miembros, incluso llegó a reunirse con grandes donantes y antiguos alumnos cercanos al presidente y habló con Jared Kushner, su yerno, tratando de entablar una vía de diálogo.

Nada impidió que, más de un mes después de bloquear 400 millones de dólares a Columbia, el gobierno de Trump enviara el 11 de abril a Harvard la carta de amenaza de congelación de fondos (algo que han intentado luego justificar que fue por un "error"). La amenaza se volvió realidad el lunes pasado. Y aunque desde entonces la Administración ha hecho tres acercamientos para intentar reiniciar conversaciones con la universidad, en la junta ha dominado la decisión de plantarse ante el presidente, resistir e ir a los tribunales.

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