Primer cambio profundo del gabinete

Trump cesa al asesor de seguridad nacional en el centro del 'Signalgate' y lo nomina a embajador en la ONU

El secretario de Estado, Marco Rubio, reemplaza en el cargo a Mike Waltz, que ha mantenido posturas de halcón neoconservador no alineadas plenamente con el aislacionismo MAGA

Trump planea despedir a su asesor de Seguridad Nacional y a su adjunto, según medios

Trump planea despedir a su asesor de Seguridad Nacional y a su adjunto, según medios

Idoya Noain

Idoya Noain

Nueva York

Pasada la marca de los 100 días y cuando los datos económicos y los miedos a su guerra comercial le empiezan a restar capital político, Donald Trump ha realizado este jueves el primer gran movimiento de fichas en su gabinete. Horas después de que numerosos medios con fuentes anónimas informaran de que el presidente de Estados Unidos iba a prescindir de Mike Waltz, el asesor de seguridad nacional en el centro del ‘Signalgate”, Trump ha anunciado en un mensaje en Truth Social que lo nomina como embajador ante Naciones Unidas. Las funciones que realizaba hasta ahora Waltz quedan de forma interina en manos del secretario de Estado, Marco Rubio.

El movimiento es significativo. Waltz llevaba semanas en la cuerda floja por el escándalo que se abrió cuando se supo de la existencia de un chat en una aplicación comercial en el que se compartió información sobre un ataque a los hutíes en Yemen. El hasta ahora asesor de seguridad nacional incluyó accidentalmente al periodista Jeffrey Goldberg, director de ‘The Atlantic’, en ese chat.

En su cese en el cargo, no obstante, se hacen otras lecturas, incluyendo la purga de cualquier voz que no se alinee plenamente con la agenda aislacionista de Trump, que en su segunda presidencia mantiene un control férreo y absoluto sobre un gabinete donde el mayor activo es la lealtad total.

No dar carnaza a los medios

Cuando estalló el ‘Signalgate’, en público, Trump había defendido a Waltz por lo que se definió como un "error" y tanto el presidente como su Administración se escudaban en el dudosos argumento de que no se compartió información clasificada en ese chat, que también evidenció el profundo menosprecio por Europa en el gobierno del republicano. En privado, no obtantante, Trump había puesto en duda desde el primer momento la continuidad de Waltz, de quien también se desveló que había usado gmail, el correo comercial de Google, para comunicaciones oficiales.

Trump, no obstante, no quería dar a los medios de comunicación con un cese material en el inicio de la segunda presidencia que tuviera siquiera los más mínimos ecos de las turbulencias y cambios de personal que marcaron el arranque de su primer mandato. En 2017, Michael Flynn dimitió del mismo cargo que ahora tenía Waltz antes del primer mes de presidencia de Trump tras desvelarse que había mentido al FBI y al vicepresidente Mike Pence sobre conversaciones con el embajador de Rusia sobre sanciones. Fue el primero de los cuatro asesores de seguridad nacional que tuvo el republicano en aquella presidencia.

Halcones moderados

Waltz, un antiguo congresista por Florida que sirvió en los boinas verdes, las fuerzas especiales del Ejército de Tierra, era visto dentro del gobierno como un clásico halcón, un republicano con una visión más tradicional del militarismo y de las intervenciones de EEUU que el aislacionismo de Trump y del movimiento MAGA. Mientras otros de esos neocons como el secretario de Estado, Rubio, han modelado sus posiciones para plegarse a las de Trump, Waltz no lo ha hecho.

El mismo lunes, según información de 'The New York Times', Waltz había defendido en una reunión con Trump y otros miembros del equipo de seguridad nacional del presidente fuertes sanciones a Rusia si Moscú no acuerda un alto el fuego con Ucrania. Al día siguiente, Trump le pidió que no le acompañara al mitin en Michigan para marcar los 100 días de mandato.

Waltz, además, había tenido una relación compleja con Susie Wiles, la poderosa jefa de gabinete de Trump, y otros altos cargos de la Administración, donde se está acometiendo un esfuerzo por garantizar el pleno alineamiento y lealtad de todos los altos funcionarios con el presidente. Y el nombre de Waltz aparecía en una lista de personal de seguridad nacional que Laura Loomer, una influencer de extrema derecha que tiene una muy buena relación con el presidente, presentó a este en una reunión señalando a personas que creía no suficientemente alineadas con la agenda del mandatario. Al día siguiente de ese encuentro con Loomer el presidente forzó a Waltz a despedir a varios integrantes de su equipo.

Hegseth, salvado y protegido

Trump saca a Waltz del equipo de seguridad nacional pero a la par ha estado dando muestras de reforzada confianza en Pete Hegseth, el secretario de Defensa. Y eso que el antiguo presentador de Fox News no solo jugó un papel central en el escándalo inicial del ‘Signalgate’, compartiendo la información clave sobre el ataque en Yemen, sino que lo ha profundizado.

Investigaciones de prensa han demostrado que Hegseth mantuvo un segundo chat en la misma aplicación comercial del que formaban parte, entre otros, su esposa y su hermano, donde compartió también la información de la operación militar. Asimismo, el secretario buscó autorización para instalar en su ordenador personal la aplicación, que no cumple los mismos parámetros y requisitos de seguridad extrema que otros métodos empleados y autorizados por el Pentágono.

Waltz tendrá que ser confirmado por el Senado para representar a EEUU ante la ONU. Trump retiró a su anterior nominada para ese cargo, la congresista Elise Stefanik, para no poner en riesgo el escaño de la neoyorquina en la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen una débil mayoría..

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