Los vecinos de Vistabella se mostraban ayer "curiosos" ante el anuncio de la próxima construcción de un centro de retiro espiritual budista en el mas de Sant Bertomeu del Boi. "¿Esos quién son?", se preguntaban Adela, Rosita y Manuela mientras esperaban su turno del médico.

En cambio, otros vecinos incluso ya han visto a los primeros monjes por el pueblo. "Vinieron un grupo de 14 budistas, y 10 iban con las túnicas", recuerdan. "Llegaron con coches buenos, BMW y todoterrenos", dicen en la tienda. "Se tomaron, cada uno, un té con leche", explican en el bar. "Luego fueron a ver las masías y comieron en el restaurante de la ermita de Sant Joan", contaban. "Fue un lunes porque había mercado", dicen.

Desde Sant Joan apuntaban que "alguien reservó una mesa para 14 personas". "Cuando llegaron y bajaron de los coches con las túnicas me quedé impresionada. Entonces, enseguida caí en que debían ser los budistas", cuentan. "El menú fue tombet, dice la cocinera.

"Han elegido un buen lugar para instalarse", asegura José Bellés, otro vecino que tiene una casa junto a la pista que lleva al mas budista, a 15 kilómetros de Vistabella y a 980 metros sobre el nivel del mar. "Han comprado el mas, explica José, que conoce el terreno porque se crió ahí. "Dicen que han pagado 180.000 euros", revela. "Además quieren construir en el pico del Boi --ahora existen allí restos de un castillo-- y piensan abrir un camino para subir".

Junto a las masías está la ermita de Sant Bertomeu, "propiedad de la parroquia de Vistabella", asegura mosén David. "Y no está en venta", advierte. Allí se celebra misa el lunes de Pascua y romería en agosto.

Los vecinos piensan ahora en qué cambiará su vida: "Al menos atraerá turistas, aquí ya quedamos cuatro. Igual hasta vienen famosos".