Estados Unidos ya tiene en su poder al primer gran nombre del régimen de Sadam Husein. El general Amir Habudi al Saadi, consejero científico del rais iraquí e interlocutor habitual de los inspectores de la ONU durante su trabajo en territorio iraquí antes del inicio de la guerra, se entregó ayer a los marines en Bagdad.

Buscando su propia seguridad en la caótica capital, Amir Al Saadi salió ayer de su casa --donde había permanecido oculto desde el desmoronamiento del régimen, el pasado miércoles-- y escenificó su entrega ante las cámaras de la televisión pública alemana, ZDF. El general se despidió de su mujer, de nacionalidad alemana, antes de rendirse a los marines y desaparecer en el interior de un vehículo militar.

DESMENTIDO

Al Saadi aprovechó su rendición para desmentir, una vez más, la acusación en el sentido de que Irak posee armas de destrucción masiva. "Quiero decirlo para la historia: Irak no tiene armas de destrucción masiva", declaró el asesor científico de Sadam Husein, que afirmó a los periodistas que no sabe cuál es el paradero del dictador iraquí.

Al Saadi forma parte de la lista de 55 líderes iraquís que Estados Unidos busca "vivos o muertos", y es el primero que pasa a manos estadounidenses. La Casa Blanca anunció ayer que va a pagar una recompensa por la captura de estos dirigentes, aunque no se especificó la cuantía.

Bagdad se ha convertido en una ciudad en la que el gato --los marines-- tratan de cazar como sea a los ratones: fedayines y líderes del extinto régimen de Sadam. Ayer, este periodista fue testigo, desde un puesto de control militar ubicado en el centro de la ciudad, de cómo cuatro helicópteros Black Hawk y una columna de soldados atacaban la Universidad de Bagdad para acabar con bolsas de resistencia de combatientes que se mantienen leales al régimen de Sadam Husein.

El ataque a la universidad --que duró algo más de media hora y en el que los helicópteros lanzaron numerosos misiles-- fue uno más de los enfrentamientos que se produjeron en diferentes sitios de la ciudad. En la orilla occidental del Tigris, por ejemplo, los marines atacaron con fuego de artillería a un grupo de combatientes árabes en una operación que duró cerca de una hora.

HUMO PERMANENTE

Dentro del caos que impera en Bagdad, ayer las tropas estadounidenses confirmaron la muerte de un fedayín disfrazado de civil y la de tres presuntos suicidas en el túnel de Shurga, al este de la capital iraquí.

Desde cualquier lugar --ya sea a 30 kilómetros de distancia, en la autopista que une la capital con Jordania, ya sea en sus calles o bien desde un piso elevado del hotel Palestina, donde se encuentra concentrada la prensa internacional-- son permanentemente visibles en Bagdad las numerosas columnas de humo que, en la mayoría de los casos, corresponden a polvorines y arsenales de armas pertenecientes al antiguo régimen que los marines de Estados Unidos localizan y destruyen, como fue el caso ayer de uno de estos almacenes de armas en el barrio de Harithiy.