El presidente de la patronal Ascer, Fernando Diago, pese a mantener su cautela y su "inquietud" en torno a la manera en la que se aplicará la directiva europea sobre emisiones a la industria española, sí mostró ayer su confianza en que el Gobierno replantee su postura, que no está reñida con el cumplimiento de Kioto.

En este sentido, el máximo responsable de la patronal de las baldosas calificó de "contradicción importante" el hecho de que en Europa se asigne el actual umbral de emisiones y, "al mismo tiempo, se nos exija la convergencia económica con la UE".

CAMBIO DE OPINIÓN El presidente de los azulejeros, pese a las declaraciones del Ministerio de Economía en la que se constataba que la norma se iba a aplicar, declaró que "sí hemos constatado un cambio de sensibilidad hacia esta cuestión", al tiempo que se mostró convencido de que no se exigirá al sector unas mejoras "que vayan más allá de la utilización de la mejor tecnología, porque desincentivan económicamente, deslocalizan la riqueza y se genera paro".

En este sentido, recuerda que el sector cerámico ya está aplicando la mejor tecnología disponible, por lo que deben ser otros sectores, como las cementeras o las eléctricas, al tiempo que Diago afirma que existe voluntad por parte del Gobierno de implicar en el reparto de cuotas de emisiones a otros sectores más difusos, como el transporte o la calefacción doméstica.