La Navidad es la fiesta por excelencia de la reunión en familia y, sobre todo en los últimos años, unas fechas muy señaladas asociadas al consumismo masivo de todo tipo de productos y bienes. Sin embargo, esta realidad no puede ocultar otra también presente en la provincia de Castellón: la de miles de necesitados que no tienen ni lo imprescindible para subsistir. Como ejemplo, los datos de Cáritas Diocesana, organización terminará este año atendiendo las necesidades de 9.000 personas.

Por si fuera, poco, la ola de frío que ha llegado hasta la provincia de Castellón de manera fortuita en los últimos días no ha hecho más que dificultar más la vida a esta personas, en su mayoría inmigrantes, que no tienen ni lo imprescindible para sobrevivir.

UNA NOCHEBUENA NORMAL Las cifras son más que evidentes. De hecho, desde las organizaciones no gubernamentales se subraya que los actuales medios son insuficientes para atender la demanda de servicios que los pobres reclaman.

Esta carencia viene motivada por la avalancha de inmigrantes que llegan semana tras semana hasta las comarcas castellonenses en busca de un nuevo medio de vida. Hay que recordar que se estima que existen 12.000 extranjeros legalizados en la provincia y hasta 30.000 de forma irregular.

La misma apreciación se hace desde Cruz Roja, organización que anualmente realiza dos campañas de distribución de alimentos en la provincia y que, en el mes de septiembre, repartió hasta 175 toneladas de comida entre 10.280 personas necesitadas, cifra que vuelve a poner de manifiesto la magnitud de este problema.

Asimismo, dichos alimentos se donaron directamente a un total de ochenta y nueve organizaciones de ayuda humanitaria de todo tipo, selesccionados entre las ONG que se ajustan a los requisitos exigidos. Esta cantidad de grupos también muestra el aumento de necesidades en algunas personas.

UNAS FECHAS ESPECIALES Fechas como las navideñas son especialmente propensas a que se produzca un mayor fenómeno de ayuda hacia los demás. Aun así, desde Cáritas Diocesana se subraya que, por estas fechas, "no vamos a hacer nada especial, porque Navidad debería ser todos los días del año".

De hecho, desde la organización se incide en que sus locales de acogida y el comedor siguen estando abiertos a todas aquellas personas que lo necesitan de la misma manera, mientras que desde el ropero se sigue dispensando el mismo servicio de ropa y mantas para los sin techo.

El objetivo es, según este colectivo, que no los más desfavorecidos no se sientan solos y cuenten con el respaldo y asesoramiento necesario para salir adelante, sea o no sea Navidad.