La Fiscalía de Menores critica, y ya lo reflejó en su memoria del 2002, la falta de un centro de primera acogida para menores de 16 a 18 años que sea de referente para la policía cuando recogen a un menor y tengan constancia de que se encuentra en una situación de riesgo o desamparo. Esa falta determina que actualmente sean trasladados a la Residencia Comarcal Castelló e implica que irrumpan allí a cualquier hora obstaculizando su dinámica y mezclándose con niños de cortas edades que siguen un proyecto educativo.

De este modo, el fiscal jefe de Menores, José Luis Cuesta, insiste en que se deben "mejorar la red de centros de protección en Castellón". Es una medida encaminada a "evitar que los mismos menores que se encuentran en esa situación terminen cometiendo hechos delictivos, es una función preventiva".

Las mismas fuentes destacan que "está previsto por la Conselleria de Bienestar Social que en cada provincia existan dos centros de acogida de menores, de diferentes edades, y que uno de ellos sea de titularidad pública para que se puedan adoptar las medidas de protección", pero no hay ninguno en la provincia de Castellón.

Además de la patente "insuficiencia de este tipo de centros desde el año 90-91, la ley también prevé la existencia de pisos tutelados". Su finalidad es que sirvan como puente desde la salida de los centros de protección para su reinserción social.

Estas deficiencias conllevan, según las mismas fuentes, que se "pueda retardar la solución de diferentes casos de menores por una falta de centros donde poder meterlos". "En muchas ocasiones --añaden-- es conveniente actuar de una forma radical y al menor hay que separarlo inmediatamente del ámbito familiar porque si no se le puede perjudicar en el futuro".