Por primera vez en nueve días de campaña, Mariano Rajoy aparcó ayer su diatriba contra socialistas y republicanos catalanes. El milagro ocurrió en Bilbao. El candidato del PP acudió a la capital vizcaína con el propósito de convertir su primer acto electoral en el País Vasco en un acontecimiento especial. En un discurso leído con tanta solemnidad como falta de concreción, formuló 10 compromisos con Euskadi. Uno de ellos consiste en "explorar" una "mejor autonomía" de esa comunidad.

Rajoy cerró el paso a cualquier tentativa de reforma del Estatuto de Gernika, al distinguir entre "mejor autonomía" y "más autonomía". Para el líder popular, la segunda de las fórmulas conduce a la "obsesión insaciable" por la modificación de los marcos jurídicos y políticos. En cambio, dijo, la "mejor autonomía" --el desarrollo pleno del actual Estatuto-- conduce a "la mejor solución de los problemas reales de la gente".

CONTRA LA "RUPTURA" "Éste es mi compromiso inequívoco con la Constitución frente a un plan de ruptura", proclamó Rajoy ante 600 personas que colmaban el salón de actos del palacio Euskalduna y otro centenar que lo seguían en otra sala por circuito de televisión. El candidato arrancó una fervorosa ovación cuando proclamó que el plan de Juan José Ibarretxe constituirá el "fracaso que hará pasar al nacionalismo a la oposición".

También se comprometió Rajoy a "regenerar el concepto y la práctica del diálogo político", que a su juicio ha sido "falsificado por el nacionalismo vasco". No explicó cómo, cuando las relaciones entre los nacionalistas y el PP han alcanzado un punto de difícil retorno, pero sí adelantó que cualquier diálogo se hará sobre la base de la Constitución y el Estatuto. Días atrás, Rajoy ya anunció que si gana está dispuesto a recibir en la Moncloa al lendakari Ibarretxe, al contrario de lo que ha hecho Aznar.

LEGITIMAR A ETA "Sentarse alrededor de una mesa para pactar proyectos políticos con los terroristas no es dialogar, es legitimar políticamente el terrorismo", manifestó el candidato.

También se comprometió a garantizar la "presencia del Estado" en Euskadi y a que "las instituciones y los símbolos" reciban el amparo de la ley. Dijo que esa presencia y el "prestigio de la ley" han sido "enormemente débiles" en determinados "ambientes" de la sociedad vasca. Tras priorizar la solidaridad con las víctimas del terrorismo, la perseveración en la lucha contra la banda terrorista ETA y la victoria sobre el PNV, sintetizó sus propuestas en las últimas de la lista: "el compromiso con todo lo que significa hoy la palabra España" y la "libertad". "España es la única garantía de vuestra libertad", proclamó.