Flanqueado por Jordi Pujol y Artur Mas, Josep Antoni Duran Lleida compareció ayer para condenar la masacre de Madrid y expresar el deseo de CiU de que las urnas hablen el domingo en favor del diálogo entre las fuerzas democráticas. El secretario general de CiU mostró el "rechazo e indignación" por la "repugnante instrumentalización" que ha hecho ETA de Cataluña al "señalarla", con su tregua acotada a este territorio, "como una excepción de su criminal actividad". Por eso, tras condenar el cruel y "bárbaro" atentado, los nacionalistas proclamaron sentirse, "más que nunca", solidarios con el conjunto de la sociedad española. En una declaración en la que barrió para casa, CiU subrayó que los valores que siempre ha defendido, como el "diálogo, la paz, la convivencia, y la firmeza" son ahora más necesarios que nunca.