Muchos ojos estaban puestos ayer en la reacción de ERC a los atentados. Y la formación republicana respondió con rapidez, condenando "enérgicamente la masacre perpetrada por ETA", reclamando a la banda que "se disuelva y deje de matar en todas partes", mostrando su solidaridad "con el pueblo de Madrid" y apelando a la necesidad de "un acuerdo de todas las fuerzas democráticas" y de recuperar el diálogo entre el Gobierno central y "los gobiernos legítimos de los pueblos vasco y catalán". En el momento en que Esquerra hizo pública su declaración de condena, nadie dudaba de que había que atribuir a ETA la autoría de los atentados.

El comunicado de repulsa, leído por el líder del partido, Josep Lluís Carod-Rovira, dice que el atentado es "un crimen horroroso y un argumento para los que quieren limitar o eliminar las libertades". En este sentido, el documento señala que "la necesaria persecución a los autores de los crímenes no se puede confundir con la criminalización de cualquier planteamiento político defendido desde posiciones pacíficas".

"MEDIDAS INSUFICIENTES" ERC considera "de especial repugnancia" que se haya atentado contra "víctimas anónimas que acudían a su trabajo", y pide a los ciudadanos que muestren su repulsa a la violencia y "sus convicciones democráticas" acudiendo a votar el domingo.

Carod insistió en apostar por el diálogo. "Hoy se ha vuelto a demostrar que las medidas utilizadas no han sido suficientes para poner fin a la barbarie", dijo, para añadir: "No hay que renunciar a ningún instrumento que permita que no haya más muertos, ni en Cataluña, ni en España, ni en el País Vasco".