El tipo de explosivo que utilizaron los autores de la matanza de Madrid nunca ha sido empleado por la banda terrorista ETA, según aseguraron ayer fuentes relacionadas con la investigación. Se trata de goma 2 eco, una modalidad con alto poder de deflagración que se fabrica en España --concretamente en Galdácano (Vizcaya) y Burgos--, pero se comercializa en muchos países. Según el ministro del Interior, Ángel Acebes, "se está investigando cuándo y en qué lugar se pudo haber producido la sustracción" del explosivo.

Los datos policiales indican que los terroristas, que eran al menos tres, transportaron en una furgoneta las bolsas bomba hasta las proximidades de la estación ferroviaria de Alcalá de Henares. Una vez allí, las distribuyeron en los cuatro trenes e hicieron estallar diez mediante un mecanismo jamás empleado por ETA: el teléfono móvil.

FURGONETA CON TELÉFONO La furgoneta fue encontrada por la policía a las 10.30 del jueves, gracias a la colaboración ciudadana. Se trata de un vehículo robado el 28 de febrero. En su interior no sólo se halló una cinta con versículos del Corán y siete detonadores similares a los empleados para confeccionar los paquetes bomba, sino también un teléfono móvil que, según fuentes policiales, pudo utilizarse para hacer estallar las bombas.

En sus comparecencias de ayer, el ministro Acebes evitó referirse al teléfono encontrado en la furgoneta, aunque la secuencia de llamadas del mismo estaba siendo analizada desde la noche del jueves y podría arrojar pistas muy sólidas sobre los autores de la masacre. Acebes sólo se refirió al teléfono celular hallado en una de las bolsas bomba que no estalló. El líder de IU, Gaspar Llamazares, le pidió que aclare "si ese teléfono estaba configurado en árabe".

Lo que sí admitió el ministro fue que los autores de la matanza emplearon teléfonos móviles como "temporizadores" para hacer estallar las bombas. En concreto, la mochila bomba que fue encontrada en el tren de la estación del Pozo del Tío Raimundo tenía unos 10 kilos de goma 2 eco reforzada con clavos y metralla. El explosivo estaba conectado a un detonador y a un teléfono móvil. "Estamos examinando la tarjeta del teléfono para conocer cómo se realizó el atentado", dijo el ministro.

Las fuentes policiales confirmaron que tanto los restos de explosivo encontrados en la furgoneta como los detonadores y el procedimiento apuntaban a un posible grupo islámico, ajeno a ETA. Estas fuentes aseguraron que el ministro conocía esa información desde la mañana del jueves, antes de su primera comparecencia ante los medios informativos. Pero Acebes omitió esos datos y prefirió referirse a ETA como autora de la mayor masacre terrorista de la historia de España.

LA OPINIÓN POLICIAL Aunque Acebes insistió ayer en que "el modus operandi es similar" al de la banda etarra, reconoció que "el tipo de explosivo y el procedimiento utilizado abre nuevas posibilidades" que evitó concretar. Ningún experto de la policía científica, encargada de examinar la mochila bomba, los indicios encontrados en la furgoneta y los trenes atacados ha podido asegurar que los autores pertenezcan a ETA. Por el contrario, todos ellos se inclinaban ayer a pensar que se trataba de un grupo terrorista islámico.

"Sin desatender otras líneas de investigación", Acebes insistió en los paralelismos de la acción criminal con los procedimientos etarras, recordó que "ETA quería atentar antes de las elecciones y buscaba una masacre" y justificó la orientación de las pesquisas preguntándose "¿cómo no va a ser la prioridad en la investigación después de 30 años?".

Acebes aseguró a las 18.30 horas de ayer que "no hay ninguna pista" y restó credibilidad a la reivindicación de Al Qaeda.