El fenómeno de la inmigración es sin lugar a dudas uno de los principales problemas a los que se enfrenta la sociedad. Junto al paro, es una de las prioridades de la acción de gobierno y por eso el cambio producido el 14-M abre un nuevo escenario y otra visión de enfocar el problema. La reiterada imagen de pateras cargadas de seres humanos con destino a nuestro país y la irregular llegada de inmigrantes procedentes de países del Este ha salpicado la conciencia de la sociedad española que necesita encontrar vías de solución para atajar esta situación. El presidente del Gobierno español in pectore, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado en sus primeras declaraciones públicas que hay que contemplar el asunto de la inmigración, desde la asunción de derechos y deberes por parte de los colectivos que llegan a nuestro país en busca de un horizonte de esperanza. El nuevo Ejecutivo tiene así una difícil papeleta: hacer compatible sus promesas electorales con el pragmatismo de la acción de gobierno. La comunidad de inmigrantes espera soluciones cuanto antes.