El Hospital General de Castellón, a través del Servicio de Alergología, ha realizado el tratamiento de inmunoterapia al menos a medio centenar de personas procedentes de las áreas 01 y 02, ya que es el único centro sanitario de la provincia donde se lleva a cabo. "Es un tratamiento delicado y hay que llevar un control exhaustivo sobre el paciente", explicaba el doctor José Vicente Castelló, quien anunció que pasado el verano iniciarán los trabajos para elaborar un registro de personas alérgicas a las picaduras de avispas y abejas.

"Es importante, sobretodo, para ver la prevalencia de este tipo de patología y tener referencias más claras sobre estas vacunas y cuándo pueden volver a tener un problemas las personas que han recibido el tratamiento de inmunoterapia", matizó este especialista.

El control de las personas a las que vacunan es exhaustivo porque el veneno de la avispa o la abeja se administra de forma progresiva para inducir una tolerancia al paciente, lo que conlleva diversos tipos de reacciones .

Al principio del tratamiento inmunológico se administra una dosis semanal, durante tres o cuatro semanas, hasta llegar a la dosis de mantenimiento. El tiempo transcurrido será diferente para cada persona en función del resultado de los controles, pruebas y analíticas que se le practican, para determinar si la alergia disminuye. "También hay que tener en cuenta si hay evidencia de que al paciente le han picado estos himenópteros y no tiene reacción, entonces se suspende", añade el alergólogo.

La desensibilización del paciente al veneno de las avispas o las abejas se mantienen en el tiempo. El responsable del Servicio de Alergología del General explicaba que se reduce casi a cero. "La efectividad es prácticamente del cien por cien", añade.

MÁS VARONES En la actualidad no existe un perfil claro de la persona sensible a las picaduras de avispas o de abejas, explicaba el doctor Castelló. "Quizá se da más en varones debido a la actividad laboral y por estar en relación con las tareas de apicultura; el porcentaje de mujeres sensibles es muy inferior", matizó.

Como todos los himenópteros, estos seres vivos presentan un aguijón en el último segmento de su abdomen que, excepto la abeja, lo retienen y pueden picar reiteradamente. Su veneno da lugar a reacciones alérgicas y puede resultar mortal en personas sensibilizadas a dichas sustancias químicas. Un par de casos graves suele verse cada año en el Hospital General de Castellón. Son pacientes con reacción grave a estas picaduras.