A pesar de que los expertos apuntan a la implantación de los protocolos familiares como fórmula para resolver los problemas de sucesión en la empresa familiar, lo cierto es que, según datos del Instituto Valenciano de la Empresa Familiar (IVEFA), tan sólo un seis por ciento de las sociedades de este tipo ha recurrido a este mecanismo para planificar su futuro. Por eso, el IVEFA ha negociado con la Conselleria de Economía una serie de subvenciones para la elaboración de estos protocolos, con el fin de garantizar la supervivencia de las empresas de familia.

El plan de implantación de protocolos, que comenzará a aplicarse en el año 2005, supondrá, según informaron fuentes del IVEFA, que las compañías que lo soliciten podrán acceder a subvenciones a fondo perdido de hasta el 50% del total del coste de la elaboración del protocolo. Este instrumento es fundamental para establecer unas mínimas reglas de funcionamiento. Así, según la directora de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros, Isabel Gimeno, los protocolos son fundamentales para fijar una "poda" en la compañía, definiendo, por ejemplo, que "en cada generación se permita la entrada y salida de un determinado número de familiares" o fijando cuántos hijos pueden entrar en la empresa por cada socio.

MÁS FUERTES El protocolo familiar se convierte así en básico para regular la organización de la compañía y facilitar el tránsito generacional de un tipo de sociedades que, según Gimeno, "cuando logran sobrevivir son las más fuertes".