La moda de tener una casa en la montaña se extiende entre los castellonenses y la mejor prueba de ellos es el auge de licencias menores que han registrado los ayuntamientos de diversas localidades del interior en el transcurso del último año.

Según datos facilitados por los consistorios de varios pueblos, las reformas en casas del casco urbano y también de urbanizaciones y zonas de montaña se han incrementado este año en torno a un 20% y han superado, en la mayoría de las ocasiones, al número de licencias mayores concedidas en cada municipio (aunque en este caso hay que tener en cuenta que las licencias de nuevas obras no se corresponden con una sola vivienda por permiso, sino que pueden ser apartamentos, adosados, u otro tipo de construcción).

Así, los pueblos que han registrado un mayor número de peticiones para reformar las viviendas ya construidas han sido Cabanes (que ha pasado de 87 licencias en el 2003 a 177); L´Alcora (donde se han otorgado 182 permisos, 4 más que el año anterior); Vilafranca (que ha concedido 78 licencias en el 2003 y 101 en el 2004); Villahermosa (que ha pasado de realizar 5 reformas a 9) o Ares (que ha pasado de 22 a 34 reformas), entre otros.

En este sentido, el alcalde de Vilafranca, Óscar Tena, explicó que "desde hace 5 años la compra de viviendas de segunda residencia en el interior está en auge y en este periodo mucha gente se ha comprado una casa en el casco antiguo o en zonas de montaña". Aunque lo más llamativo es que en los últimos años "las compras de casas de segunda mano las ha realizado gente no vinculada al pueblo, ya que antes sólo lo hacían los que tenían familia o ascendencia en esas localidades", algo que sin duda "le está dando vida a los pueblos del interior", comenta el primer edil.

CONSTRUCCIÓN PROPIA Otra de las preferencias de los castelloneses en boga es la de comprar una parcela y "construir una vivienda a su gusto, poco a poco y ahorrando algo de dinero". Es el caso de familias que no tienen prisa por estrenar la casa y buscan grandes espacios para ganar calidad de vida. Estas personas "se sienten muy atraídas por los asequibles precios de las parcelas del interior, que rondan entre los 60.000 y los 150.000 euros si hablamos de 1.000 a 1.500 metros", explica Miguel Fabregat, de Lubasa. Así, el precio del metro cuadrado de parcelas urbanas oscila dependiendo de la localidad en la que se encuentre (además de las dificultades o ventajas que presente para cimentar). Las localidades en las que más económico resulta el terreno son también las que mayor auge urbanístico han experimentado en los últimos años, entre ellas Villahermosa, en la que el m ronda entre las 150 y los 200 euros; Costur, Benassal, Ares o La Pobla de Tornesa.

AYUDAS PARA REHABILITAR Uno de los inncentivos que han encontrado los castellonenses para rehabilitar las antiguas viviendas de los pueblos son las ayudas para la rehabilitación urbanística concedidas por la Conselleria de Territorio y Vivienda a aquellos municipios que así lo solicitan a la Generalitat.