En el relato de cómo vivió el atentado y los días posteriores, José Luis Rodríguez Zapatero acusó al anterior Gobierno de darle poca información, de imponer la manifestación del 12 de marzo y de confundir a la ciudadanía manteniendo que el PSOE participó en las concentraciones ante las sedes del PP del 13-M. Eduardo Zaplana consideró que el líder socialista fue desleal y que no "acompañó" al Gobierno, incluso que entorpeció la actuación policial. Zapatero consideró que el PP no ha superado "el trauma de la derrota electoral" y le reprochó que dude de la legitimidad de la victoria socialista el 14 de marzo.