En Peñíscola, queda mucho por hacer. Las medidas son intermitentes, vinculadas a la temporada turística y a facilitar los desplazamientos de los guiris en sus visitas por los atractivos del municipio. Apenas existen calles dedicadas de forma exclusiva a los peatones. Sin embargo, el casco antiguo sí está cortado a la circulación durante el verano, con actividades de animación callejera. El pasado estío se desarrolló una experiencia piloto de peatonalización en la calle José Antonio, aunque no ha vuelto a repetirse.

Benic ssim aplicó una medida innovadora con el corte a la circulación de vehículos en la avenida Santo Tomás y adyacentes el pasado agosto. Eso sí, únicamente los fines de semana y con una restricción horaria, ya que se trata de una arteria principal de circulación. La iniciativa de dar más espacio al viandante pretendía potenciar que vecinos, veraneantes y turistas compartieran el casco urbano. El sector de la hostelería, sólo de este vial, obtuvo facilidades para ampliar el espacio de sus terrazas al aire libre.