Gerardo, de La Mata, conoció el hecho del trágico suceso del albergue de la Todolella en su casa. Mientras, otro de los invitados rezaba: "Me he enterado por la tele". Él también había estado en la celebración junto a su mujer, Mónica, y volvió a dormir a casa porque habían dejado al pequeño Gerard durmiendo con su abuela. A media tarde de ayer estaba desolado, sin acabar de creerse la noticia. "Me han empezado a llamar amigos y todos nos preguntábamos cómo podía haber pasado", indicó.

De la Mata también acudieron Silvia y su compañero Julián. Dicen que fueron de los primeros en descubrir, sobre las cuatro de la tarde, al regresar a Sant Crist²fol, que 18 jóvenes se habían dejado la vida en la ermita.