Las modas todo lo invaden, incluso la fe. Los 1.500 católicos que han respondido a la llamada del I Congreso de Apostolado Seglar de la diócesis no han tardado en sucumbir al encanto de ir a la moda y, durante el fin de semana, no ha sido extraño ver a más de uno luciendo en sus muñecas las pulseras de colores que hacen furor en todo el mundo, aunque, eso sí, adaptadas a la situación. Las que se pueden ver en las instalaciones del Auditori son de color amarillo y con un escueto 100% católicos como lema.

Los artífices de esta iniciativa, que pretende "demostrar que el catolicismo no está reñido con la modernidad", son los responsables del semanario católico Alba, que ayer, desde su estand, vendía los brazaletes a un precio de dos euros. La recaudación se destinará a la Asociación de Víctimas del Aborto, según explicó el gerente de Alba, Pablo Rodríguez. En toda España se han vendido ya unas 7.000; en Castellón se han previsto repartir 400.