Más de la mitad de los nuevos castellonenses (el 51,2%) es de origen rumano. La provincia ha ganado 14.922 habitantes en sólo un año, de los que casi 13.000 son extranjeros. De ellos, hasta 7.647 proceden de Rumanía, según se desprende de los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística, seguidos de marroquís (2.504) y colombianos (295).

Así, la provincia alcanza ya los 542.267 habitantes a 1 de enero del 2005. Hace un año éramos 527.345 castellonenses.

Este crecimiento poblacional se debe principalmente a la inmigración. De hecho, 12.812 extranjeros se apuntaron al padrón en los últimos 12 meses. El proceso de normalización, como ya anunció Mediterráneo, impulsó al alza los empadronamientos de estos ciudadanos.

De nuevo, los extranjeros son los que copan las altas del padrón. Prueba de ello es que han pasado de ser 52.247 en el 2004 a 65.059 al año siguiente.

El crecimiento fue especialmente constatable durante el verano, coincidiendo con el anuncio por parte del Gobierno de un nuevo proceso de normalización, ya que los extranjeros preveían que sería necesario estar empadronados. Finalmente, el Ejecutivo concretó los requisitos del proceso en el mes de septiembre.

UN 12% DE EXTRANJEROS Los extranjeros representan un 11,9% del total de la población castellonense. Hace sólo un año, la tasa era del 9,9%.

La inmigración sigue viniendo a la provincia en busca de trabajo. Sin embargo, los inmigrantes procedentes de Rumanía siguen barriendo a los del resto de nacionalidades. Así, por cada marroquí, hay casi tres ciudadanos rumanos en Castellón. Los colombianos, a más distancia, son el tercer colectivo.