Los pescadores de Castellón recibieron la noticia del acuerdo entre la Federación Provincial y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación con indignación. Los profesionales, reunidos en asamblea, aseguraron: "No hemos alcanzado ni una cuarta parte de lo que pedíamos, por lo que es un gran fracaso".

Los presidentes de las cinco cofradías que integran la Federación Provincial --Castellón, Vinar²s, Benicarló, Peñíscola y Burriana-- dijeron que el acuerdo era "desilusionante". Un calificativo moderado si se compara con la reacción que suscitó saber que, tras 19 horas de diálogo ininterrumpido en Madrid, el presidente de la Federación, Salvador Orero, había sucumbido a la propuesta ministerial.

DIVISIÓN La jornada de ayer volvió a poner de manifiesto la división entre Orero y la Cofradía del Grao. Pocos minutos antes de que una asamblea de los manifestantes de la provincia reunidos en Castellón acordara a mano alzada seguir el paro, algunos presidentes de las cofradías de la provincia ya sabían que Orero había firmado el pacto. Según destacó el propio presidente provincial a Mediterráneo, a las siete de la mañana, él envió un fax a Castellón con los puntos del acuerdo. Un escrito al que dijo no haber recibido respuesta.

A mediodía, en la capital de La Plana dejaron que los huelguistas votaran y, ante el enfortalecimiento de la reivindicación, anunciaron a los presentes que "nos estamos quedando solos y ahora vienen los golpes".

La discusión entre los concentrados subió de tono hasta que el presidente de la Federación Provincial llamó para confirmar que se daba por cerrada la huelga y se debía empezar a desbloquear el puerto. En ese momento, la crispación se transformó en rabia. Los manifestantes pidieron tanto la dimisión de Orero como la de Ramón Salvador.

Precisamente, el cabildo que preside Salvador exigió horas más tarde, sin el respaldo del resto de entidades provinciales, la dimisión de Orero por haber firmado el acuerdo con el Ministerio "antes de que pudiéramos manifestar nuestra opinión".

Ante esta demanda, Orero aseguró que "en Madrid he pasado por una presión insostenible, con denuncias sobre la mesa y tratándonos de cualquier manera". Además, criticó que "mientras yo negociaba toda la madrugada y llamaba a Castellón para comunicarles lo que nos ofrecían, todos estaban durmiendo". "Me he sentido muy solo", remarcó. También aseguró que hoy pondría su cargo a disposición del conseller de Agricultura y Pesca, Juan Cotino, aunque éste no tiene ninguna potestad sobre la Federación.

Por su parte, el expresidente de la Cofradía de Castellón, el socialista Salvador Císcar, criticó que se presionara a los pescadores, asegurando que la provincia se quedaba sola. "Al principio, un 90% de nosostros no quería parar y es triste que cuando hemos llegado a una unidad sin precedentes, lo dejemos estar". Añadió que "ahora hubiéramos podido pedir más a Madrid".

Por otra parte, la Guardia Civil detuvo entre el martes y el miércoles a dos pescadores que salieron en libertad sin cargos.

Hoy se espera que regrese la normalidad, ya que las barcas han salido de madrugada. En PortCastelló sólo quedan cinco barcos pendientes de zarpar y dos siguen fondeados. También falta salir la embarcación de naranjas a EEUU que esta noche ha acabado de aprovisionarse.