Muchos políticos han tenido que desempolvar el tablero de ajedrez en esta legislatura para componer corporaciones municipales como las de Benic ssim, Benicarló, Cortes de Arenoso, Torreblanca o Alcal de Xivert.

Mociones de censura, pactos de gobierno, alternancias de alcaldía, tránsfugas, renuncias, indisciplina. Nada de esto ha faltado y, pese a las intrigas y alianzas, en Benic ssim o Alcal de Xivert se plantea ahora el reto de la gobernabilidad y de llevar el diálogo con la oposición a su máxima expresión para sacar adelante proyectos, como los presupuestos del 2006.

Benic ssim necesitará una política nueva para avanzar, según indicó ayer el presidente del PP local, Miguel Llorens. Y es que debido a la edil díscola, la popular Mª Carmen Asín, a quien se le ha abierto expediente de expulsión por indisciplina, el gobierno PP-ARB avanza en minoría con Manuel Llorca (ARB) como alcalde. Son tres ediles de ARB y cinco del PP, o sea, ocho; frente a los nueve en la oposición: seis del PSOE, uno del Bloc, otro de EU y Asín.

El asunto podría ser peor, pues otro edil del PP, Carlos Pastor, fue contracorriente para finalmente ceder su acta a otra popular, Carolina Sanmiguel, en el puesto desde el pasado 24 de noviembre. Pero Llorca no ha sido el único alcalde en la presente legislatura. Su subida al poder la propició la moción PP-ARB al socialista Francesc Colomer el 29 de julio del 2004, gracias al retorno de Asín a las filas del PP. Hasta entonces, Colomer gobernó con Bloc y EU, algo posible gracias a la desobediencia, también, de los populares Mª Carmen Asín y su hermano Javier Asín, que en junio del 2003 no apoyaron como candidato a Llorca (ARB), como sí hicieron sus compañeros de partido.

Desde la moción de censura presentada en abril, PSOE y Bloc comparten decisiones de gobierno en Benicarló. Su pacto situó a 11 ediles frente a los 10 del PP en el pleno, una ligera ventaja que posibilitó que avanzara el jaque al que fue alcalde durante 14 años, el popular Jaime Mundo, cuyo partido se posicionó como la lista más votada en los últimos comicios municipales del 2003. Aunque el entendimiento entre PSOE y Bloc ya se tanteó tras dichas elecciones, no fue hasta hace unos meses cuando se tomó la decisión firme, en aras a sacar adelante los presupuestos, que arrastraban un considerable retraso por la falta de acuerdos. La coalición PSOE-Bloc conllevó un reparto de poderes: la vara de mando de la alcaldía para el socialista Enric Escuder; mientras que su socio, el nacionalista José Luis Guzmán, es primer teniente de alcalde y concejal de Cultura.

La alcaldesa socialista de Alcal de Xivert, Isabel Soriano, afronta la recta final de su mandato en minoría, con el apoyo de los otros dos ediles del PSOE, uno de Gipaxa y otro del Bloc. Serán cinco frente a ocho: los cinco concejales del PP, uno de EU, otro del independiente AIAA y el exsocialista Olivier Herrera, en el grupo mixto. El diálogo será clave para sacar adelante los proyectos, incluidos los presupuestos, que irán a pleno el 29 de diciembre. El cuarteto PSOE-Bloc-AIAA y Gipaxa se resquebrajó cuando el socialista Olivier Herrera renunció a sus áreas y expuso sus desacuerdos. Su indisciplina acabó en expulsión y en noviembre pasó al grupo mixto. La segunda sorpresa llegó con la dimisión de Pedro Albert (AIAA), relevado por Fernando Delgado, quien no ha llegado a posicionarse incondicionalmente al lado de Soriano, pero sí ha votado en sintonía.

El gobierno de Torreblanca viene marcado esta legislatura 2003-2007 por un pacto, una moción de censura y tres alcaldes. Tras las elecciones, José Manuel Peraire (PP) asumió una alcaldía en minoría, truncada por el pacto entre PSOE y Bloc. Un acuerdo que inicialmente se resistía, pero que logró prosperar y se materializó en una moción de censura contra Peraire. En base al acuerdo, el nacionalista Josep Vicent Rubert ha sido el primero en ejercer de alcalde y está previsto que ceda la vara de mando al socialista Manuel Agut, en marzo del 2006. Hasta el momento, los frutos de esa alianza han resultado satisfactorios y se han ido aprobando por unanimidad asuntos de interés para el desarrollo, tales como el Programa de Actuación Integrada (PAI) Doña Blanca Golf. Según confirmaron ambos recientemente a Mediterráneo, su unidad permanece intacta y el compromiso adquirido se llevará a cabo, como estaba previsto, el próximo año.

El gobierno local con Trinidad Bravo como alcaldesa independiente se perfila que continuará sin cambios hasta el final del mandato, con apoyo del PP. Los populares respaldaron a la tránsfuga socialista el pasado 31 de marzo en una moción de censura contra el alcalde José Mata (PSOE), quien gracias a sucesivas reelecciones ha ocupado este puesto durante 18 años. La balanza de cuatro ediles del PSOE frente a tres del PP se desequilibró a favor de estos últimos. La decisión de Bravo, quien no ha llegado a pasar a las filas populares, le valió la expulsión del partido. Ella alegó diferencias con la gestión económica de su excompañero Mata, tales como la idea de vender acciones de la planta embotelladora municipal de agua.