Están alarmados y hasta tienen miedo. Los compañeros de piso de Daniel C. J. I., el hombre que fue detenido el pasado martes como presunto autor del crimen del abogado Carlos Reverter, viven en un sin vivir desde que el venezolano fue detenido. El matrimonio con el que compartía piso, situado en el número 3 de la calle Columbretes de Castellón, asegura que el hombre llevaba una vida extraña, tenía serios problemas económicos y afirma que ya "nos había dado problemas antes".

El marido, de origen nigeriano, explicaba que en octubre puso un anuncio en el periódico para compartir el piso y Daniel les llamó. "Desde entonces, hemos tenido muchos problemas, porque como no trabajaba, no traía dinero a casa y nos cogía la comida", señalaba. "Una vez, llegó con un coche y le preguntamos de dónde lo había sacado si no tenía dinero ni para comer. Él nos dijo que se lo había regalado una mujer y no nos dio más explicaciones", recordaba.

Además, la policía ya le había reclamado. "Los agentes vinieron una vez y nos explicaron que una mujer había denunciado a Daniel por pegarle, pero él nos aseguró que no la conocía de nada", añadió.

Sin embargo, uno de sus comportamientos más extraños tuvo lugar el mismo día en el que mataron al abogado Carlos Reverter. "Llegó a casa con un ojo morado y los nudillos ensangrentados", explicaba ayer el compañero de piso. "Le pregunté qué le había pasado y dijo que unos rumanos le habían atracado y le habían quitado el dinero", añadía. "Entonces, calentamos agua y su novia le curó como pudo", apostilló.

Su mujer, que es de Castellón, aseguraba ayer que la detención de Daniel la ha sumido en un estado de nervios muy perjudicial, ya que está embarazada. "Estoy muy afectada porque, en realidad, no sabemos qué ha pasado. Ha sido todo de pronto y te entra miedo", señalaba ayer.

La policía llegó a su casa el martes, detuvo a Daniel y "se llevó ropa y papeles de su habitación", indicaron. Más tarde, detuvieron a su novia, --una joven castellonense que trabaja en una compañía telefónica de Castellón--, como presunta cómplice del crimen del letrado.