La labor de los psicólogos se hace necesaria tanto para los enfermos como para sus familiares, que al principio desconocen cómo actuar. "Dependiendo de la fase en la que se haya detectado, les aconsejamos unas cosas u otras. Les facilitamos técnicas y estrategias para que sepan cómo convivir con una persona que sufre alzhéimer", aseguraba Karina García, psicóloga del centro de día de la Asociación de Familiares de Alzheimer de Castellón.

El objetivo no es curar sino "mantener las habilidades que aún conservan el máximo tiempo posible", recalcaba Karina García.