"Nunca en mi vida había escuchado un sonido tan fuerte". Este es el relato de Emilia Sales, vecina de les Coves de Vinromà y afectada por la tremenda detonación. "Estaba sentada fuera de mi masía y cuando escuche la explosión corrí hacia mi casa, pero al ver la puerta destrozada y con todos los cristales rotos no supe qué hacer", relata.

El testimonio de Emilia no es el único de los vecinos de una población que todavía no se ha recuperado del susto. "Pensé que se acababa el mundo, incluso me pareció moverme por el efecto de la explosión; aún estoy asustada y creo que no voy a dormir tranquila durante unos días", relata Paquita Salvador, a quien los explosivos le han estropeado, entre otras cosas, el marco exterior de sus ventanas.

Por su parte, a Vicenta Moliner, una de las más afectadas por los daños, la explosión le pilló paseando sus perros: "En cuestión de segundos me desorienté y cuando volví a la normalidad había perdido a los animales, que huyeron muy asustados". Al llegar a su domicilio, Vicenta se encontró sin luz, con un gran agujero en su pared y su puerta exterior rota.

No solo las casas han sufrido desperfectos. Varios terrenos cercanos al lugar de la explosión han perdido parte de sus cultivos. El más afectado ha sido Francisco Javier Adell, propietario de la parcela en la que la banda explosionó la bomba. "Todos los olivos de la parte superior de mi finca han desaparecido literalmente; no hay ni rastro de ellos", explica el afectado, que reclama que le expliquen cómo reclamar compensaciones a sus pérdidas.

Con todo, 24 horas después de la explosión, los ciudadanos de les Coves aún siente el miedo dentro de su cuerpo.