El balance de la Conselleria de Medio Ambiente revela que este año, si bien se han producido menos incendios, la superficie afectada ha sido casi 20 veces superior. Este panorama desolador se explica por los incendios primaverales en las zonas de Balcó y la Renegà del término de Oropesa.

Hasta el pasado 27 de agosto habían ardido en la provincia de Castellón 2.005 hectáreas en 89 incendios, cuando en el mismo periodo del año anterior fueron 102 en 93 fuegos. Estos datos no incluyen el declarado en les Useres el pasado martes, a las 12.00 horas.

Durante el año pasado, las comarcas más afectada fueron el Alto Mijares y la Plana Alta, con 19. Por detrás se situaron Plana Baixa, con 16, y Alto Palancia, con 15 más.

El año más funesto para los montes de la provincia fue el 2001, en que se calcinaron 3.488 hectáreas.