Los vecinos de les Useres, Atzeneta y Llucena siguen sin dormir. 48 horas después del inicio del incendio que está arrasando los términos municipales de estas tres poblaciones de la comarca de l´Alcalatén, el peligro todavía no ha desaparecido. "Nunca en mi vida había pasado tanto miedo, no puedo permitirme ni un momento de respiro porque las llamas vuelven hacia mi casa". Este testimonio de Miguel Broch muestra el temor de los vecinos en estos momentos.

Las condiciones variables del viento están provocando que se avive el fuego en zonas en las que ya estaba extinguido, hecho que está incrementando la incertidumbre de los ciudadanos. "Esto es como una lotería, nunca sabes hacia donde irán las llamas y a quién le va a tocar", explica Verónica Martín, vecina de les Coves.

Durante la noche del martes, 33 personas fueron desalojadas de sus domicilios, aunque por la mañana volvieron a sus casas. Pese a ello, muchos prefirieron no regresar ante el peligro de las llamas. "Aunque me han asegurado que estoy a salvo, prefiero dormir en un sitio más seguro hasta que toda esta pesadilla esté controlada" explica Toni García.

Una de las zonas más amenazadas por las llamas ha sido la residencia de la tercera edad de les Useres, los internos de la cual tuvieron que ser ubicados en el trinquet de la población.

Evacuaciones voluntarias

Por otra parte, los servicios de emergencia organizaron un servicio de evacuación voluntaria ayer para los vecinos de les Useres que quisieran desplazarse hasta la localidad de Vall d´Alba por el intenso humo existente. Así, habilitaron el polideportivo municipal y prepararon ambulancias para los traslados.

Pese al peligro, no todos los vecinos afectados desalojaron sus casas y prefirieron defenderlas ellos mismos. Vicente Gabelo es un ejemplo. "Cuando vino la policía a decirme que tenía que marcharme porque estaba en peligro, no lo dudé, les seguí hasta el cruce más cercano y regresé corriendo porque no podía permitir que se quemara mi casa sin hacer nada", relata. Gabelo explica que desde que se inició el incendio estuvo llenando cubos de agua "por si los necesitaba". "Utilicé 23 recipientes de agua para apagar las llamas y evitar que mi ganado acabara calcinado", explicó.

Con todo, no todos los afectados han tenido la misma suerte. Y es que, según cuenta Vicente Gabelo, a un amigo suyo vecino de la localidad de Atzeneta, "se le han quemado varias ovejas de su rebaño".

Los vecinos de las tres localidades afectadas aún no se lo creen. El peligro todavía no ha cesado y mientras, continúan "sin dormir, a la espera de buenas noticias", coinciden.