El terrible incendio forestal que se originó en les Useres y se extendió a Atzeneta y Llucena, acercándose a Vall d´Alba, calcinó ayer miles de hectáreas por tercer día consecutivo sin estar controlado y, además, se extendió a los términos municipales de Costur, l´Alcora y Figueroles. El viento cambiante dificultaba la descarga de agua de los medios aéreos --helicópteros e hidroaviones-- procedentes de balsas de riego o del litoral.

Rachas de aire de entre 20 y 50 kilómetros por hora desplazaron las llamas por tres frentes a primera hora de la mañana: uno que evolucionaba hacia el Bobalar de Atzeneta y que fue controlado por los medios aéreos a media tarde; un segundo, en dirección a Costur, que fue delimitado para que no accediera al casco urbano; y una tercera columna de fuego, sin duda la más problemática, que al cierre de esta edición amenazaba el término de Llucena y avanzaba en dirección al paraje natural protegido de Sant Joan de Penyagolosa.

La inquietud por la proximidad del fuego al emblemático santuario provocó que las autoridades decidieran a última hora trasladar el puesto de mando avanzado desde les Useres a Llucena, si bien mantuvieron en el pabellón cubierto de Vall d´Alba la coordinación del avituallamiento a los efectivos que trabajaban, manguera en mano, a escasos metros del fuego.

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