Quienes rondamos los 31 años crecimos admirando a la selección española que lideraba la Quinta del Buitre, soñando con que Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal ganaran una Copa Davis, vibrando con las aventuras y desventuras de Perico Delgado o llorando por los continuos fracasos del baloncesto, balonmano...

Eso ha cambiado. España ya no es un país de perdedores. Indurain marcó el camino que han secundado Alonso, Nadal, el equipo español de Copa Davis, las selecciones de baloncesto, balonmano... Y hoy es el turno de ellos, el turno de la Roja.