El plan de choque del consistorio vinarocense se basa en tres puntos: rebajar en un 10% los gastos corrientes en todas las concejalías; mantener los sueldos de los políticos --se cobra un fijo anual, ya que el Ayuntamiento congeló los salarios el primer año de legislatura y los mantendrá hasta el último--; y, por último frenar, hasta en un 50%, el ritmo de inversión en proyectos como la remodelación de calles. Hasta ahora, se mejoraban cuatro viales cada año.