El Ministerio de Fomento señalizará antes del verano tres tramos de concentración de accidentes (TAC) en dos carreteras nacionales en la provincia de Castellón, en el término de Vinaròs. Concretamente, un indicativo estará en la N-232 (del punto kilométrico 5,10 hasta el 6,10, un tramo recto); y dos en la N-340 (del 1048,20 al 1049,70, en la salida sur, a la altura de un hotel, hasta el cruce de Carrefour; y del 1052,30 al 1054,80, de la intersección de semáforos con la N-232 a la travesía del Cervol).

Por ahora, al tratarse de una experiencia piloto, se han elegido solo unos puntos según su índice de peligrosidad --cuatro veces superior a la media nacional por su tipo de vía-- y con la velocidad como factor clave en los accidentes. La Comisión de Seguimiento determinará futuras colocaciones y, en una fase posterior, se instalarán radares en aquellos donde ahora no hay y sea conveniente.

En Castellón coexisten otros puntos conflictivos, como la CV-132 (p. k. 2,5, en Sant Mateu); la CV-20 (8,7, en Onda); N-340 (969,4, Vila-real; y 1.043,8, Benicarló).