El 6,4% de los jóvenes que ingresaron durante el ejercicio del 2008 en el centro de reinserción de menores Pi Gros de Castellón, único de sus características en la provincia, cometieron delitos relacionados con el maltrato familiar. El pasado año, un total de 111 menores pasaron por las instalaciones de este complejo reeducativo del Consell de la Comunitat Valenciana, de los que nueve lo hicieron por asuntos que estuvieron vinculados a conductas de violencia en el seno del hogar, concretamente fueron siete chicos y dos chicas.

En este sentido, la consellera de Justicia y Administraciones Públicas, Paula Sánchez de León, ha asegurado que, según se desprende de la Memoria 2008 de los centros de menores de la Generalitat valenciana, "los delitos vinculados con la violencia familiar apenas han experimentado un limitado crecimiento con respecto al ejercicio precedente en la Comunitat Valenciana, puesto que en el último año apenas ingresó un 1% más de jóvenes por este motivo que en el 2007".

Sánchez de León ha hecho hincapié en que el 70% de los menores internados en los centros de reeducación del gobierno autonómico logra reinsertarse en la sociedad y solo el 30% de los mismos vuelve a delinquir. El porcentaje de reincorporación es alto por la percepción que tiene la Generalitat de la reinserción de menores, "un concepto amable, poco vinculado al concepto de cárcel", según ha explicado.

CONVIVENCIA Y APRENDIZAJE "Se trata de centros en los que los jóvenes conviven, aprenden una profesión y nuevas pautas de conductas tanto con sus padres como con sus compañeros y el resto de la sociedad", ha remarcado la consellera. Esta ha asegurado, por otra parte, que "la mayoría de los menores encuentra en estos lugares la gran oportunidad de su reinserción social y laboral, porque muchas veces son más víctimas que infractores y en los centros encuentran la salida a un túnel en el que han estado metidos durante algunos años".