Agustí Hernández y José Manuel Almerich llaman la atención sobre el hecho de que en más del 50% del territorio de Castellón, Valencia y Alicante vive menos del 5% de la población total de la Comunitat, lo que da idea del elevado grado de despoblamiento en todas las zonas del interior, especialmente acusado en las comarcas montañosas castellonenses. Entre ellas, el problema es más agudo en buena parte de Els Ports, Alto Palancia, Alto Mijares, lIAlcalatén y Maestrat, tras un proceso de abandono de la población que comenzó a principios del siglo pasado y se agudizó en los años setenta.