Los ocho municipios afectados por el trazado del AVE ya han presentado su batería de alegaciones al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para evitar que la necesaria alta velocidad suponga un impacto irreversible sobre sus territorios e infraestructuras, en especial caminos rurales y carreteras.

Una reivindicación común, como avanzó Mediterráneo, será dar solución al elevado terraplén, de hasta 11 metros, y convertirlo en una traza en trinchera o semisoterrada, que en ningún caso rebase a la AP-7.

Los consistorios, de distinto signo político, han alegado indistintamente y por unanimidad. Todos han enviado ya sus informes, salvo Vila-real, que lo hará esta semana. Almenara y Moncofa han presentado recursos, sin convocar pleno, como sí hicieron la Llosa, Xilxes y les Alqueries. Lo prevén Nules y Burriana y no se lo plantea Vila-real.

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