La crisis continúa, los precios de los alimentos se desploman y hay que aprovechar. La Navidad es sinónimo de comida y la comida este año está más barata que nunca. Las drásticas subidas de los precios de pescados, carnes y mariscos parecen haber pasado a mejor vida y este año los mercados son una ganga. La cena de Nochebuena y la comida de Navidad pueden salir por cuatro perras.

Los comerciantes aseguran que los precios de ahora son los más baratos de los últimos años. El año pasado ya bajaron y ahora lo siguen haciendo. Hay incluso quien dice que algunos productos valen lo mismo que hace 17 años. "La merluza, el rape o el besugo están muy económicos", cuenta el responsable de un puesto del Mercado Central de Castellón.

El producto que mejor ilustra la caída de los precios es, sin duda, el langostino fresco. Un kilo de este apreciado marisco cuesta ahora de 30 a 50 euros, dependiendo de la calidad y del lugar de procedencia. "En estos momentos el langostino del terreno cuesta unos 50 euros el kilo. Hace un par de años valía 80 euros", afirma una vendedora de pescados Pachés y Campos.

La comparativa de los precios de los pescados y mariscos frescos de ahora a los de hace dos años no puede ser más favorable para el consumidor. Prácticamente todos los productos han bajado entre un 15 y un 45%. "Los productos son muy asequibles. No se ha producido el típico repunte de los días previos a la Navidad", señalan en otra parada de pescado fresco.

La merma de precios tiene mucho que ver en el optimismo que estos días se respira en los mercados municipales. "La gente está animada. Por su puesto que se mira el precio, pero hay muchísimos clientes que demandan calidad y que el producto será autóctono", señalan en Pachés y Campos.

Aunque la reducción de precios es generalizada, donde se nota algo menos es en las frutas y verduras de calidad. Aun así, los productos tampoco han subido mucho y frutas como la uva o la piña se mantienen en valores similares a los del 2008. H