Vila-real, como segunda ciudad de la provincia, recibe el 30% de las visitas a municipios castellonenses de las empresas que se dedican al cobro a morosos. Así lo indican desde la sede autonómica del principal organismo de resolución de conflictos de pago entre empresas, quienes aseguran que la ciudad cuenta en la actualidad con unos 100 casos abiertos.

Según explican, “al contrario de lo que podría parecer por lo que está ocurriendo con el sector cerámico, no es uno de los más problemáticos. Sin embargo, el de la construcción y sus derivados sí que nos dan trabajo”, señalan. No obstante, la Vall d’Uixó está ganando terreno en los últimos meses y se postula como una de las ciudades más frecuentadas por cobradores.