En pleno verano, miles de vecinos y visitantes encuentran en el agua la mejor aliada para sofocar el calor. No obstante, a veces, lo que comienza como un simple baño para refrescarse se convierte en un ejercicio de riesgo que puede poner en peligro la propia vida o incluso la de los demás. Los expertos y profesionales del medio acuático y socorrismo lo tienen bien claro: el 90% de los accidentes en el agua se deben a las imprudencias de los bañistas.

Así lo confirma la presidenta de la Asociación de Socorrismo Profesional (ASP) de Castellón, Inma Muñoz, quien asegura que “casi todos los sucesos relacionados con el agua se producen por la imprudencia de la persona, porque no se respetan las normas, especialmente en las piscinas, donde no se hace caso ni al socorrista ni a las normas escritas en cartelones”. Asimismo, señala que en los parques acuáticos las cifras son similares, un 80% de incidentes se deben al mal uso de elementos como toboganes o tirolinas; y el 20%, a descuidos (por el aturdimiento del calor) o patologías (infartos o epilepsia).

Por este motivo, Muñoz señala que hay algunos “puntos que se deberían mejorar”, como tener “más socorristas por persona en cada centro acuático o aclarar las legislaciones para pantanos, lagos o ríos”. A su juicio, estas son zonas muy peligrosas y que cuentan con un “vacío legal, ya que es rarísimo ver a socorristas o carteles indicativos en estas áreas”.

No en balde, en lo que llevamos de estío los accidentes más graves o con resultado de muerte de bañistas en España se han producido en pantanos y piscinas.

Las PLAYAS // Sin embargo, el mayor atractivo durante el verano en Castellón son sus playas, donde también existen riesgos. El gerente de Saepla (empresa concesionaria de la vigilancia en Peñíscola), Toni Albiol, confirma que “casi la totalidad de accidentes” se produce por culpa del bañista y señala que “no todo es casual, solo un pequeño porcentaje se debe a factores incontrolables”, indica. Sin embargo, apunta a que este verano está siendo “muy tranquilo, ya que en las playas se respeta más la figura del socorrista y los bañistas son conocedores de las sanciones económicas de los ayuntamientos, por eso se comportan mejor”.

Y explica que “no es necesario ahogarse para morir en el agua”. El 85% de las autopsias tras un accidente revelan que las muertes se producen por cortes de digestión o por paros cardíacos”.

Por su parte, el jefe de playas de Intur Sport, Jordi Carrasco, asegura que la mayoría de rescates se producen por el “poco caso que se hace a las banderas”, por eso, con el sistema de megafonía, “si hay algún cambio se avisa inmediatamente a los bañistas, pero no todo el mundo atiende”. Por ello, recuerda que “lo que es un día agradable se puede convertir en tragedia simplemente por no tener precaución y seguir unas simples recomendaciones”. Afirmación con la que coincide la responsable de Socorro y Emergencias de Cruz Roja en la provincia, Elisabeth Millán, que pide encarecidamente a los bañistas que se respeten las normas en el mar.

Las diferentes entidades afirman que todavía es pronto para hacer un balance del verano en las playas castellonenses, pero se podría decir que este es el año “más tranquilo”. Y es que el mar solo se ha cobrado una vida en lo que va de verano, la pasada semana en Alcossebre. Una situación que contrasta con la nacional, donde alrededor de cuarenta personas han fallecido en el medio acuático. Por ahora, en Castellón, los socorristas atienden casos, como picaduras de insectos, insolaciones, heridas, traumatismos, y ataques (epilepsia). H