Se va la primera mujer que ha sido vicepresidenta en España. La primera que presidió por primera vez un Consejo de Ministros. Y la persona que más tiempo y esfuerzo ha dedicado --"día y noche", dijo José Luis Rodríguez Zapatero-- para que los gobiernos socialistas funcionaran.

María Teresa Fernández de la Vega ha sido un símbolo del sello progresista que Zapatero quiso imprimir a su gestión cuando llegó a la Moncloa. Cuando la fichó, no era ninguna desconocida: había sido secretaria de Estado de Justicia con Felipe González y formó parte del núcleo duro del grupo socialista en el Congreso. "Va a dejar una huella imborrable en nuestro país y en todos nosotros", dijo el presidente cuando comunicó su relevo. Zapatero fue cariñoso y le mostró su agradecimiento por los servicios prestados.

De la Vega ha dado la cara por el presidente dentro del Gabinete --cuando tocaba apagar fuegos entre ministros-- y fuera, cuando vinieron mal dadas. Fue ella la que representó al Gobierno en momentos luctuosos como el incendio de Guadalajara (2005), en el accidente del metro de Valencia (2006) y en el del avión en Barajas (2008). Además, llevó directamente la liberación de los marineros del Playa de Bakio y del Alakrana y, puso fin al cautiverio de los cooperantes catalanes.

Este último asunto ha sido el más complicado de su vida política. Lo explicaba en una conversación con unos periodistas en verano. De la Vega hablaba con preocupación de las gestiones y aseguraba que no pasaba ni un solo día en el que este secuestro no la atormentara.

Con las tres áreas que le ha tocado llevar estos últimos años (presidencia, vicepresidencia y portavocía) ha demostrado tener capacidad de trabajo inigualable, una cualidad que le reconocen hasta sus enemigos en el propio Ejecutivo. Algunos de ellos celebraron su salida.

La comunicación de las decisiones del Ejecutivo fallaba, lo reconoció ayer hasta el propio Zapatero, y De la Vega tenía que ser sacrificada. El presidente adelantó que pasará a formar parte del Consejo de Estado, que le obligará a poner fin a una carrera parlamentaria de 14 años. Como diputada por Valencia le sustituirá Margarita Pin Arboledas, tía de Jacobo Pin Arboledas, juez de Nules que lleva el caso Naranjax.PILAR SANTOS