Los hospitales y centros de salud de la provincia se sitúan a la cola nacional en la ratio de enfermeros por habitante. Y quien lo dice es el Consejo General de Enfermería de España. Apenas hay 452 profesionales por cada 100.000 habitantes, cuando en Pamplona la cifra alcanza los 913. La media nacional es de 808 enfermeros por cada 100.000 habitantes, y España tiene un 34% menos diplomados en Enfermería que la media comunitaria.

Pero detrás de toda esta maraña de cifras y cruce de datos se esconde una realidad que nadie discute: faltan enfermeros en Castellón, y faltan muchos. “Nuestros cálculos hablan de un déficit de un millar de profesionales en toda la provincia solo en hospitales y centros de salud públicos”, cuenta Isidro Manrique, portavoz en Castellón del sindicato mayoritario Satse, que lleva años reivindicando la falta de personal y medios con la que trabaja este colectivo de diplomados.

El problema del déficit de profesionales tendría fácil solución y bastaría una sola mirada a la bolsa de trabajo: en estos momentos hay cerca de 1.400 enfermeros titulados inscritos, muchos de ellos en el paro, que estarían dispuestos a cubrir de manera inmediata un puesto laboral. Entonces, ¿dónde está el problema?. “Uno de nuestros grandes caballos de batalla es el aumento considerable de las plantillas. Lo llevamos reivindicando desde hace más de una década, aunque es cierto que se ha avanzado poco y ahora, en una situación de crisis como la actual, no vemos a la Administración predispuesta a crear más plazas”, dice Manrique.

CALIDAD ASISTENCIAL // La falta de enfermeros y enfermeras (se trata de una profesión de aplastante mayoría femenina) repercute negativamente en la calidad asistencial que reciben los pacientes y en el último año el problema ha llegado incluso a la Fiscalía. En enero de este mismo año, el presidente del Colegio de Enfermería de Castellón, Francisco Pareja, presentó un informe a la Fiscalía, pidiendo que se investigue el déficit de profesionales en los quirófanos de urgencias del Hospital General. Fue solo un ejemplo de un caso extremo, pero todos los enfermeros consultados reconocen que frecuentemente trabajan en condiciones precarias. “Hay contratos a días, con una alta rotación de personal con poca experiencia, con lo que nos está produciendo una alta inseguridad, puesto que se pueden encontrar trabajando en una unidad de urgencias un día, a la mañana siguiente en pediatría y al cabo de dos días en cirugía”, señala una diplomada de Vinaròs con cinco años de experiencia.

Ante este panorama, son muchos los enfermeros que optan por hacer las maletas y marcharse al extranjero, principalmente a países como Inglaterra, Finlandia o Noruega. Aunque aquí también se ha avanzado mucho, en el norte de Europa existe un mayor reconocimiento profesional y los salarios son mucho más altos. H