“Una alimentación saludable consiste en un conjunto de consejos para lograr una nutrición sana, adecuada para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades, así como que, al mismo tiempo, sea segura”. Son palabras de Patricia Sorribes, jefa de la Unidad de Nutrición y Dietética del Hospital Provincial de Castellón, quien confirma con rotundidad el viejo adagio: “Somos lo que comemos”, y respalda la afirmación de que una dieta correcta es sinónimo de inversión en un seguro contra las enfermedades.

Sorribes añade que “la alimentación debe de ser equilibrada, variada, suficiente y satisfactoria, que nos ayudará a mantener un buen estado nutricional, ya que nos aportará las cantidades adecuadas de todos los nutrientes”.

La experta explica que existen seis clases principales de nutrientes que el cuerpo necesita: carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua e indica que el mejor exponente de consumo equilibrado de todos ellos es la dieta mediterránea, “que podemos comer todos los días en España”, apunta.

Sorribes añade que “hay que tener en cuenta que a lo largo de la vida de un individuo cambian sus características fisiólogicas y por tanto sus requerimientos nutricionales”. A partir de esta premisa, detalla las reglas de oro para una alimentación equilibrada.

Uno de los consejos es tomar una gran variedad de alimentos, pero no en gran cantidad y valorar que hay productos que deben ser ingeridos cada día, como son los cereales, patatas, verduras y hortalizas --al menos una ración en crudo--, frutas, leche y derivados lácteos, y aceite de oliva.

Otros alimentos se tomarán varias veces por semana, según recomendaciones de la pirámide alimentaria adjunta, como son los pescados, carnes magras, huevos, legumbres y frutos secos.

cinco comidas // Es mejor realizar como mínimo cinco comidas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. El desayuno es de gran importancia y debe componerse por un lácteo, cereales y una fruta o zumo natural.

Es preciso también limitar el consumo de azúcares., pastelería, bollería, bebidas refrescantes y carnes grasas, así como se recomienda el agua como bebida por excelencia para mantener una adecuada hidratación, así como beber alcohol con moderación y, preferentemente, vino, cerveza, cava o sidra. Comer despacio, masticando bien y cocinar a la plancha, en el horno o al vapor son otras necesidades.

Mantener un peso estable y no olvidar la práctica diaria de ejercicio físico moderado son además actitudes clave. H