A pesar de la mejora reciente en las capturas de sardina, de la que ayer informó Mediterráneo, la crisis de la pesca parece no tener fin. Así lo reflejan las estadísticas del 2010, que muestran cómo en solo cinco años se ha pasado de descargar en los puertos provinciales 23.173 toneladas de pescado (el dato es del 2006) a 11.818 (en todo el 2010). Como es lógico, esto ha provocado un descenso en los ingresos que armadores y marineros han percibido por su trabajo. De los 48,4 millones de euros que supusieron las capturas del 2006 se ha pasado a los 34,9 del año pasado.

Aunque la cifra de capturas del 2006 pueda ser exagerada (es la más alta de la última década y solo se superó en el 2001), la de los ingresos refleja fielmente la realidad del sector. En constante reducción, los casi 35 millones del año pasado suponen el dato más bajo de los contabilizados en la estadística del siglo XXI y están lejos de los más de 40 millones que se han dado en todas las anualidades, excepto en el 2008 (39,2 millones) y en el 2009 (37,8 millones).

destrucción de la flota // Ello se debe fundamentalmente al abandono de la actividad que sufre el sector, acuciado por numerosos problemas --quizá el más importante de ellos sea el imparable aumento de los costes, con el gasóleo a la cabeza--. Así las cosas, las 198 embarcaciones que a finales de año existían en la provincia suponen también la cifra más baja de la historia reciente. Solo en un año, del 2009 al 2010, se perdieron 15 naves. Desde el 2006 son 40 y desde el 2001, 93, casi la mitad de las que acabaron el 2010. Y en Peñíscola, su patrón mayor, Miguel Castell, afirma que ya hay “cinco en el desguace”.

Esto ha llevado a una situación muy complicada a las cinco cofradías castellonenses (el Grao, Vinaròs, Burriana, Peñíscola y Benicarló), que se financian con una tasa sobre el pescado que se vende en las lonjas. Aunque, según destacan, ninguna corre peligro de desaparecer, son momentos complicados. “La cofradía está un poquito deteriorada”, reconoce el patrón mayor de Vinaròs, Rafael Flores, quien destaca que el año pasado “recaudamos 3 millones menos que el anterior”. También su homólogo del Grao, Ramón Salvador, confirma el descenso en los ingresos, debido a la destrucción de la flota. Estas dificultades se agravan para Castell: “Tengo 35 años y no sé cómo será mi futuro”. H