El presidente del Consell, Francisco Camps, defendió ayer su organigrama, alegando que la estructura es más racional con los tiempos de crisis que se viven en la actualidad, y que obligan a hacer más con menos. Entre las directrices que ayer dejó entrever también destacó que “reduciré en un 30% la cifra de altos cargos y asesores del Consell”, cumpliendo con otra de las premisas que había lanzado para introducir una mayor austeridad en el funcionamiento de la institución. Su propuesta es “el mínimo imprescindible” para que una Administración con un presupuesto de 16.000 millones “funcione bien”.