El grifo del crédito continúa cerrado a cal y canto y si, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), una de cada cuatro empresas que solicitó financiación en el año 2010 no la logró, mientras que al menos seis de cada diez necesita dinero prestado para poder trabajar, a partir de ahora y al menos hasta el horizonte del 2013, tanto en ese periodo, como en lo que va de año, la situación en Castellón es incluso peor.

Esta conclusión es el resumen de la valoración que hacen los representantes de los empresarios provinciales y también los expertos, que responden con escaso optimismo o, en todo caso, con mucha prudencia, a la pregunta concreta de cuándo se normalizará la concesión de créditos.

El vicedecano del Colegio de Economistas de Castellón, Gonzalo Izquierdo, considera en este sentido que la situación “mejorará en la medida que, por un lado el sistema financiero se recapitalice y los activos menos realizables que tienen vayan entrando en el mercado; cuando los mercados internacionales no vean a España con un riesgo más elevado respecto sus vecinos; cuando el estado y autonomías no hagan la competencia a las propias empresas del país a la hora de ser destinatarios de crédito...; como se puede apreciar el problema tiene que ser tratado desde diferentes ángulos para que se resuelva”.

Por su parte, el presidente de Cámara Castellón, Salvador Martí, afirma que la tendencia “debería cambiar en el 2012”, pero teme que “se retrasará más de lo deseable”, y el de la CEC, José Roca, espera que “las cosas cambien a finales de este año o al principio del que viene”.

Mientras, el máximo representante de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Castellón (Ajove), Víctor Navarro, estima que “a final de año se abrirá el grifo, con unos criterios realistas: pedir dinero tendrá un coste elevado (por encima del 3-8% más euríbor) y solo se financiará parte de las operaciones; el resto tendrá que tener recursos propios”.

En todo caso, Navarro afirma que “estamos en el último tramo de la caída de la crisis y, a partir del año que viene, no mejorará pero ya no irá a peor, levantarse será otra cosa bien diferente”. H