El expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, admitió ayer que conoció a Álvaro Pérez, el Bigotes, en el año 2002, aunque limitó dicha relación a la contratación de este para que organizara actos del Partido Popular valenciano. También admitió haber recibido regalos del responsable de la trama Gürtel en la Comunitat, pero rápidamente matizó que los devolvió todos al estimar que eran de un valor excesivo. Las nueve horas de interrogatorio al exjefe del Consell también sirvieron para que Camps reiterara una y otra vez que los trajes que le confeccionó la firma Forever Young los pagó en metálico y que los que le cosió Milano los devolvió porque no le ajustaba el tallaje.

El exmandatario hizo estas declaraciones en la vista pública del juicio oral abierto contra él y contra el que fuera su número dos, Ricardo Costa, quienes están acusados de un delito de cohecho continuado pasivo al haber recibido, presuntamente, ropa de lujo de las citadas empresas, que forman parte de la rama valenciana de la trama corrupta Gürtel.

La exhaustiva ronda de preguntas al expresident (fiscal, acusación popular y defensa) no se cerró hasta las 20.30 horas (había empezado a las nueve de la mañana), por lo que Costa, que permaneció sentado en el banquillo y en silencio, tendrá que regresar hoy para inaugurar con sus declaraciones la tercera jornada del juicio de la causa de los trajes.

Una de las sorpresas del interrogatorio de Camps se dio cuando este aseguró que tras llegar al Gobierno regional marcó “una línea” para que en la Generalitat no se aceptaran regalos que sobrepasaran ciertas cantidades.

El acusado dijo en varias ocasiones que Juan Climent, presidente del jurado, trabajó varias veces para el Gobierno socialista de Joan Lerma. Además, también apuntó que el proceso judicial por el caso Gürtel es “un terrible montaje” y de un “ataque político muy importante” que le ha llevado a dimitir como president, “cargo en el que trabajé por esta Comunitat de lunes a domingo durante los 365 días del año”.

No hubo tiempo ni para llamar a Francisco Correa, ni a Álvaro Pérez el Bigotes ni a Víctor Campos ni a ninguno de los testigos que iban a declarar ayer. Veremos si hoy, las partes pueden cumplir la agenda del juez porque el juicio corre peligro de eternizarse. H